sábado, 5 de septiembre de 2009

VUELTA AL COLE

El Peine de los Vientos, en el extremo de la playa de San Sebastián, sigue ahí, soportando impávido las galernas y los embates del mar. Es un foco de atracción imprescindible para cuantos visitan tan preciosa ciudad. Simboliza la resistencia frente al viento. Ha sido uno de los escenarios de mis vacaciones. Agosto ha supuesto mañanas de playa soleadas y agradables pero sin calor sofocante, nieblas pertinaces algunos días, largos paseos, buena comida, mucha lectura, siestas relajadas, salidas con familia o amigos, deleite de la vista ante paisajes siempre verdes y mercados rebosantes de productos de primera calidad, pueblos encantadores, el inmenso Cantábrico profundamente azul ... en suma, descanso y placer, lo que debería ser el objetivo de cualquier periodo vacacional que se precie. Yo he tenido la suerte de disfrutarlo, como otros años. Lo necesitaba, estaba deseando hacerlo. Resulta tópico hablar de un cambio de aires siempre recomendable, pero es así.
El 1 de septiembre marca el inicio del curso escolar, el final de las vacaciones, la vuelta a eso que solemos llamar rutina, aunque no sea del todo cierto. Es ahora cuando empieza realmente el año y no el 1 de enero. Aún guarda nuestra piel el bronceado conseguido en la playa, nuestros ojos añoran ya los paisajes contemplados en largos paseos por otras tierras y el cuerpo echa de menos el descanso de las horas largas y plácidas, sin prisa, sin apenas horarios, sin agobios. Ahora toca cambiar de tercio, volver a ver a los compañeros, conocer otros nuevos, colocar las clases (un verdadero agobio, al menos para mí), sacar papeles y libros, preparar las programaciones y las actividades, celebrar reuniones más o menos interesantes o tediosas, empezar, en fin, un nuevo curso con todo lo que ello supone. En mi caso tendré alumnos nuevos porque nos llega una avalancha procedente de la privada y concertada y nos abren varias aulas. Pero, ay, se jubiló mi colega del alma y todo va a ser más difícil sin él, sin su experiencia, su temple, su seguridad. Me siento un tanto desvalida a pesar de la buena gente que me rodea. No soy novata en absoluto, pero sigo teniendo dudas y vacilaciones y siento que me equivoco más de lo esperado. Un maestro siempre está expuesto a miradas críticas y cualquier error se puede magnificar hasta extremos insospechados. Me temo, sin embargo, que el primero y más terrible crítico es uno mismo. Estamos acostumbrados a tratar con todo tipo de personas, nuestra labor va mucho más allá de la mera transmisión de conocimientos porque formamos seres humanos, ahí es nada.
Hace dos días recibí una llamada inesperada que me llenó de contento. Era de una colega de hace muchos años, en Majadahonda. Se jubiló en junio y una madre agradecida mandó al periódico El País una carta sumamente emotiva, que yo leí, por fortuna. Tras ella vino una entrevista en "La Ventana", que no escuché, y, lo más sorprendente y atractivo, la oferta de una editorial para publicar sus memorias como maestra durante treinta y nueve años, pues decían no tener apenas testimonios de docentes de los últimos años. Así que en ello está mi amiga Julia, recopilando datos y recuerdos de tantos alumnos, compañeros y colegios. Cómo la envidio, poder dedicarse ahora a ordenar sus imágenes, sensaciones y experiencias para verlas plasmadas en un libro. Ahora que tiene tiempo, muchas ganas de vivir y fuerza suficiente puede dar testimonio de lo que es el trabajo entusiasta y entregado de un maestro. Me parece una noticia sensacional para empezar el curso con ganas y energías renovadas.
He vuelto a mi sesión de cine semanal. Tenía muchas ganas de ver "Enemigos Públicos", y no me decepcionó. Es una película intensa, dramática, muy bien filmada y con diálogos profundos. La banda sonora es un magnífico fondo. Está hecha con mimo y cuidado en la ambientación, los detalles, los personajes. Por lo que he leído sobre la vida de John Dillinger, es bastante fiel a lo que ocurrió en realidad. No ensalza la figura del ladrón, pero tampoco lo condena en exceso, es bastante objetiva. Podría haber sido mejor, es lo que más se le critica, pero el resultado es más que digno. Tiene el sabor de las viejas películas de gángsteres. Johnny Depp está genial, el papel le va como un guante. No faltan las críticas al poder y a ciertos métodos policiales. El cine no tiene por qué ser documental, pero sí debe estar documentado y ser creíble.
En julio vi una obra maestra, "Up". Qué bonita, qué emotiva, qué pequeña joya para chicos y grandes. Los niños se reían porque tiene golpes muy divertidos y ocurrentes, pero en realidad es una historia para adultos, la historia de un amor inolvidable y maravilloso que impulsa a un viejo cascarrabias (con la cara de Spencer Tracy) a realizar el sueño de su mujer ya fallecida. Está llena de ternura y de detalles. Va mucho más allá de las películas de animación al uso, aunque últimamente este género ha ofrecido grandes obras. Ya quisieran muchas obras "serias" ser tan profundas y bellas sin caer en la ñoñería, porque cuando se trata de sentimientos la línea entre lo emocionante y lo cursi es muy delgada. Os la recomiendo muy de veras.
Feliz curso a todos.

11 comentarios:

Joselu dijo...

Comparto contigo mi placer al ver la película "Up". La vi con mis hijas y es, como dices, una pequeña maravilla. Alguien me dijo que los estudios en principo rechazaron la idea porque no veían que el protagonista de la misma pudiera ser un anciano, en este caso con la cara de Spencer Tracy. El momento cuando vienen de la residencia Los arces sombríos para llevárselo y su casa empieza a elevarse con los globos es realmente antológico. Es un momento que todos en algún momento quisiéramos imitar, compartir, realizar...
No hace mucho también vi una película de animación que me fascinó. Se llamaba Los mundos de Coraline. La vi, igual que Up, en 3D, y eso le añade alguna profundidad y misterio.
Bienhallada, maestra feliz. Nosotros empezamos el catorce con los alumnos y es el comienzo de una nueva odisea anual. Que la suerte nos sea propicia. Un cordial saludo, colega.

Elena dijo...

Yo también me sumo a los elogios sobre "Up". Preciosa y emotiva. Una delicia.

Pues sí, comenzamos un nuevo curso, el mío un tanto raro, porque sé que no trabajaré mucho tiempo y me siento extraña al pensar qué voy a hacer o dejar de hacer con los alumnos. Sé que los echaré de menos, porque tengo tres grupos a los que ya les di clase el año pasado y son encantadores. Pero este año es distinto y sé que va a ser mágico. Y cuando empiece el próximo curso espero tener la misma ilusión y ganas que hasta ahora he tenido todos los años que llevo trabajando.

Un abrazo y feliz principio de año.

Miguel dijo...

Pues así como quien no hace la cosa, ya se acabaron las vacaciones. Viene el casi diría que emocionante inicio del nuevo curso. Todo nuevo. Alumnos casi todos nuevos, algunos nuevos compañeros, ánimos nuevos..., en fin, que en el fondo, como todos los años, estoy contento y espectante ante el principio de curso.
Te deseo que pases un feliz curso.

Un abrazo.

Yolanda dijo...

Joselu, hay que aprovechar películas como "Up" para disfrutarlas con los hijos. Es una pena que no haya más así, será que el genio es escaso. Me gustó el niño, calro objetivo de bromas pesadas por ser gordito, torpe y solitario. Su amistad con el anciano es enternecedora. ¿Y qué me dices del mensaje ecologista con el exótico pájaro como excusa? Creo que volveré a verla.
No he visto "Los mundos de Coraline", pese a las buenas críticas que recibió, así que me animaré a verla en vídeo.
Nosotros también empezamos el 14, aún nos queda mucho por hacer. Por faltar, todavía no tenemos siquiera Tutor para 6ºC, y el tiempo apremia. Paciencia y valor.
Un abrazo, colega.

Yolanda dijo...

Elena, celebro que compartamos gustos cinéfilos. No es fácil disfrutar de buenas películas y ésta es de antología.
¿Por qué no vas a trabajar mucho tiempo este curso? ¿Estás embarazada? (perdón por la indiscreción) Cada nuevo año es un reto, ya nos iremos contando cómo nos va en éste.
Un abrazo.

Yolanda dijo...

Miguel, a ver si nos duran las fuerzas recuperadas durante las vacaciones. Por mucho que nos guste nuestro trabajo, hay que reconocer que cansa, física y mentalmente. Este curso va a ser distinto para mí, más difícil sin mi colega de tantos años y con la dificultad añadida de tener que dar Matemáticas, más los nuevos alumnos. Cuando llegan a 6º procedentes de otros centros suelen ser problemáticos. Confío en mis nuevos colegas, no voy a estar sola. Ya nos iremos contando.
Feliz singladura, colega.

Sarashina dijo...

no sé si te ha llegado el anterior mensaje estoy torpe, escayolada y nopuedo escribir mucho
un placer leerte de nuevo feliz curso

Yolanda dijo...

Clares, gracias por escribirme estando lesionada. Nada grave, espero.
Pues sí, empezamos un nuevo curso que se presenta difícil y diferente. Ya veremos cómo lo llevamos.
Un abrazo.

Malén dijo...

¡Hola! La semana pasada vi una película brasileña que me gustó mucho y pensé en recomendártela,en el supuesto de que te gustaría también y así hablarías sobre ella en tu blog, que sigo con sumo placer. Se titula "El año que mis padres se fueron de vacaciones" Tierna y dura al mismo tiempo, narrada desde los ojos del protagonista ,un niño de once o doce años. No cuento nada más para que haya sorpresa, pero merece la pena. Saludos.

Yolanda dijo...

Magdalena, gracias por seguirme y por tu recomendación. Leí las críticas y me apetecía verla, pero ya la han quitado. Esperaré al DVD o a conseguirla de otra manera. Me gusta ver películas alejadas del circuito más comercial, salvo excepciones. Ésta parece "diferente", es lo que busco a veces.
Un saludo.

Animal de Fondo dijo...

Te devuelvo, con gran placer, tu visita. Y es un gran placer porque me encuentro, de golpe, con un comentario sobre el peine del viento que, junto con el apasionado dibujo que muestras, me ha arrojado mucha luz sobre las intenciones del autor. Estuve en San Sebastián este verano y me quedé con la gana de verlo; ahora, gracias a ti, si alguna vez vuelvo a tener esa oportunidad, lo podré entender mejor.
Además, veo que te gusta el cine, del que lo desconozco casi todo. ¡Qué pocas películas he visto en mi vida y qué pocas, de entre ellas, me han gustado. Debo tener cierta incapacidad para el medio. O me duermo o me creo de golpe que lo que está pasando es verdad y me aterrorizo, pero nunca he conseguido la distancia necesaria para apreciar su belleza. Así que si algún día decides hacer un mini curso básico para aprender a apreciar el cine, aquí tienes a un alumno poco dotado a tu disposición.
Un cordial saludo.