domingo, 3 de enero de 2010

AVATAR, EL PARAÍSO AZUL

Supongo que a estas alturas muchos habréis visto ya Avatar, por lo que no creo desvelar detalles que son significativos (creo que por ahí lo llaman spoilers). Es una maravillosa fábula visual, un entretenimiento fascinante, un paso más en busca de la perfección técnica cinematográfica. James Cameron se ha salido con la suya tras más de diez años de trabajo, y el esfuerzo ha merecido la pena, a juzgar por los buenos éxitos cosechados en las taquillas de todo el mundo. Es muy larga, pero tan amena que sientes que termine el fascinante viaje por Pandora, el satélite habitado por los Na´vi, estilizados y altísimos seres azules dotados de grandes cualidades gimnásticas que viven en perfecta armonía con la exuberante naturaleza que les rodea. En ella todo está interconectado, toda la energía fluye de manera positiva sin causar daño a nadie... hasta que llegan los humanos en busca de un mineral cotizadísimo (unobtainium) para solucionar los problemas de abastecimiento de energía de la ya esquilmada Tierra. La atmósfera es hostil para ellos, por lo que crean avatares, seres con el aspecto físico de los Na´vi pero con la mente humana de los invasores para mezclarse con ellos y conseguir su colaboración para extraer el preciado mineral. A ello destinan específicamente a Jake Sully, un marine que ha quedado paralítico, con la misión de espiarles a cambio de lograr una costosa operación que devuelva la movilidad a sus piernas. Pero todo se complica cuando Jake, con su cuerpo de avatar, se pierde en el bosque y empieza a ser asediado por las peligrosas y fascinantes bestias que pueblan Pandora. Es salvado por Naytiri, (con los rasgos y la expresividad de Zoe Saldana), la hija del jefe, a quien más tarde encomiendan su adiestramiento. Así descubre Jake la alianza con las plantas fosforescentes, los seres voladores, los árboles gigantescos y una especie de dragones amos y señores de los cielos.
Y surge el conflicto. El mayor yacimiento de unobtainium está bajo el árbol sagrado de los Na´vi, que, evidentemente, no van a sacrificar por las buenas, así que cuando la vía diplomática falla (es un decir) el coronel de los marines al mando de la misión, el malo malísimo de la película, ordena un ataque en toda regla, creyendo, como siempre, que el uso de la fuerza más bruta posible, el enorme despliegue de armas, explosivos y hombres entrenados para destruir será suficiente, y más que necesario, para lograr su propósito. Sólo se oponen los científicos (estupenda Sigourney Weaver, recordando sus mejores tiempos en Alien). El burócrata de turno da el visto bueno al ataque, faltaría más, se trata de conseguir un tesoro de valor incalculable aunque haya que arrasar una tierra maravillosa y matar a unos seres que simplemente "pasaban por allí". "Daños colaterales", como suele decirse. El hombre (ciertos hombres) siempre se ha creído con derecho a ocupar cuanto territorio se le ha antojado, desalojando y aniquilando a sus primitivos moradores.
Pero, ay, las cosas no salen como se habían planeado. Jake, integrado entre los Na´vi como uno más, se pone de su lado a costa de ser declarado traidor por los suyos. No está solo: además de los científicos, una marine (la aguerrida Michelle Rodriguez) le presta su ayuda. Y se desata la guerra, la previsible aniquilación de un pueblo y de un entorno hasta entonces idílico. La eterna lucha entre el bien y el mal tiene un final casi feliz, con las inevitables bajas en uno y otro bando.


¿Qué interpreto yo de todo esto? Por un lado, es cierto que el guión es bastante previsible, pero no es malo, ni mucho menos. ¿El mismo argumento de otras mil películas? Quizá, a estas alturas es difícil ser original, la cuestión es el tratamiento de la historia, y ahí es donde James Cameron se luce de verdad y echa el resto. Su recreación de Pandora resulta tan real que viéndola en 3D te parece estar volando entre las montañas flotantes o tocando los fantásticos seres que pululan libremente por un paisaje idílico. Cuida muchísimo todos los detalles para hacer real cada fotograma. Me parece especialmente buena la expresión conseguida de los Na´vi, que en nada tienen que envidiar a los actores de carne y hueso, estupendos todos ellos. Hay guiños (algunos dirán plagio) a grandes películas del Oeste (Un hombre llamado Caballo, Soldado Azul, Pequeño Gran Hombre, Bailando con Lobos...), o de dibujos (Pocahontas) y de ciencia ficción (hay que recordar, inevitablemente, Robocop, Terminator, La guerra de las galaxias, Blade Runner...) A mí esas evocaciones me llevan a territorio amigo, a escenas queridas. Creo, por ejemplo, que no es casual el color azul de los Na´vi: azul es el color de la pureza, del agua (por algo la Tierra también se llama Planeta Azul). Son seres naturalmente pacíficos, poseedores de una sabiduría ancestral que les permite comunicarse con la Naturaleza y beneficiarse de ella en el grado justo, sin causarle ningún daño. Poseen un inmenso tesoro que no necesitan pero que los humanos anhelan sin darles nada a cambio porque no tienen nada que ofrecerles. Única solución posible: tomarlo por la fuerza, cueste lo que cueste.
Jake es él mismo y otro a la vez, en un desdoblamiento que muchos podemos experimentar. ¿O acaso estamos hechos de una sola pieza, no tenemos fisuras, dobleces, no vivimos una doble o triple vida en ocasiones? No es un traidor, defiende la justicia y el bien, todo lo que ha descubierto en su relación con Naytiri, de quien se enamora. Al parecer la escena de sexo entre ellos era más larga y explícita, pero Cameron la cortó para llegar a más público, algo muy comprensible. Creo que se verá íntegra en la versión en DVD. Así pues, una vez más, aparece el amor como elemento de salvación. ¿Que es un hombre blanco (otro tópico) el que salva a los nativos de los blancos malos? Pues sí, pero no me parece nada negativo, al contrario. Son los demás los que le acusan de traición cuando no hace más que seguir los mandatos de la razón y del corazón unidos. Es sincero, se salva y salva a los demás siendo otro, lo que supone su redención, tanto física (qué alegría experimenta cuando comprueba por vez primera que puede volver a caminar) como moral. Ya nunca volverá a ser el de antes. Recordé vagamente una antigua película romántica de Gary Cooper encarnando a un paralítico que sueña que puede andar.


La moraleja de la historia es hacernos pensar, otra vez, por qué no es posible el progreso sin destrucción, por qué la civilización supone romper el equilibrio existente hasta que el hombre puso su zarpa sobre la Tierra, por qué no sabemos crear sin destruir, por qué hay que talar árboles de manera descontrolada, asolar la Amazonia, inundar bosques enteros para almacenar agua, contaminar el aire que respiramos para desplazarnos, y así hasta el infinito. Las voces que se alzan contra estos desmanes son rápida y cruelmente sofocadas (véase el ejemplo danés, tan modélicos ellos). No interesa investigar ni invertir en energías alternativas porque eso supone el fin del monopolio de los países que controlan el petróleo, un gran hallazgo que está resultando mortífero.
Cameron realiza una meticulosa recreación de un planeta idílico. Sus Na´vi son expresivos, sensibles, bellísimos, defensores del bien y de su tierra frente al invasor. Incluso encargó la invención de un nuevo idioma al lingüista Paul Frommer, de la Universidad de Carolina del Sur. Al parecer ya hay páginas en internet dedicadas a ella, y ya se habla de seguidores y aprendices al estilo trekkie. Se llama algo así como Learn Na´vi. Los potentes efectos especiales llenan la pantalla y parecen salir de ella gracias al efecto 3D. Son más de dos horas y media de gran espectáculo lleno de hallazgos visuales que te transportan a un mundo sólo posible en los sueños pero que quizá exista en alguna lejana galaxia. Yo disfruté de cada instante, me dejé llevar por las imágenes y por la historia, reflexionando mientras surcaba los cielos de Pandora. La banda sonora es magnífica, grandiosa y el ritmo narrativo no decae en ningún momento.
Cameron dice no haberse inspirado en ninguna civilización indígena en particular, pero ha intentado captar el espíritu de todas ellas, y creo que lo ha conseguido. Los Na´vi son bellos, el hombre es cruel, pero entre ellos hay quienes renuncian a la destrucción para seguir el camino de la racionalidad. Puede haber otras interpretaciones religiosas o filosóficas, pero no quiero extenderme más. Como veis, no creo que la película sea tan simple como algunos dicen, más bien todo lo contrario. Es la magia del cine, la narración de una historia a través de imágenes, en este caso bellísimas, fabulosas, en el sentido más amplio de la palabra. Yo la recomiendo, desde luego, y además en 3D, que merece realmente la pena aunque resulte más caro. Feliz tarde de cine.





13 comentarios:

Serenus Zeitbloom dijo...

No he leído tu comentario porque no la he visto, gracias por avisar.
En cuanto la veo -espero que mañana- te dejo un comentario.

Un saludo. Y felix 2010.

Joselu dijo...

Bellísimo ensayo reflexivo sobre esta película que fascina por igual a niños y a adultos. Yo fui con mis sobrinos de cinco y seis años (la segunda vez) y quedaron maravillados. Son galleguiños y falan gallego. El más pequeño me dijo "No me gustó, encantoume". No me importaría volver a experimentar otra vez la magia del planeta Pandora, recorrer la selva por sus ramas, dejarme caer en sus hojas, dormir en los árboles, contemplar las medusas, cabalgar en esos fantásticos caballos de ensueño, volar en un ikram que se haya hecho amigo mío. Algunos han reprochado que los personajes son planos y que son maniqueos, que la historia no guarda ninguna sorpresa, pero pienso que Cameron ha querido hacer cine para el espectador medio, no cine intelectual o de arte. Probablemente no pase a la historia del cine como una obra maestra pero pocas películas he visto que levanten tanto entusiasmo como esta, entusiasmo y fascinación. Un abrazo, colega.

Lola dijo...

Bonita crítica que he leido encantada. La vi anteayer y me fascinó tanto la historia como lo demás. Aplaudí con la gente cuando llegó el final.
Te mando un fuerte abrazo Lola

Víctor Manuel dijo...

Hola. Resumes muy bien el guión de la película y hasta tiene un poco más de sentido después de leerlo así. Tu reseña, además destaca el aspecto de crítica social, demostrando que el arte tiene variadas interpretaciones (y todas válidas si son coherentes). La interpretación mía, como ya sabes, se va por otro rumbo, pero no contradice el tema que desarrollas aquí.

Sarashina dijo...

Digo lo mismo que Serenus, que no la he visto y que no he querido enterarme del desarrollo, pero lo que sí te digo es que la he visto anunciada en el cine Rex, justo al lado de mi casa, y que no he ido a verla porque me parecía que era un producto más para públicos juveniles o infantiles y que no merecería la pena. Si tú le has dedicado una entrada, que eres una cinéfila empedernida, ya la miro con otros ojos. Iré a verla, y llevaré a mis niños, a ver qué dicen ellos.
Feliz año, Yolanda, que sigas siendo una maestra feliz, más feliz aún.

Miguel dijo...

Bueno, leyendo tu crónica y la de Joselu me han entrado ganas de ir a cine a ver la película. A ver si puedo. A mí la ciencia ficción, la buena, se entiende, siempre me ha gustado. Espero que esta también me guste.

Un abrazo.

caperucitazul dijo...

Hola: tengo que reconocer que la película no me atraía demasiado pero leyendo tu excelente post y el que escribió Joselu, voy a tener que ir a verla...
Un saludo

Sarashina dijo...

Pues nada, que me he ido esta tarde a verla con mis dos pequeñajos y nos ha encantado. Es la era Obama, amiga. Las películas tienen que convencer al personal de que no se puede hacer la guerra por recursos y que machacar a un pueblo no es lo adecuado. Creo que va por ahí, pero la película es muy estética, eso sí.

Yolanda dijo...

Serenus, espero tu comentario. ¡Seguro que también has volado sobre Pandora!


Joselu, qué gusto ver una película así con niños, contemplar sus caritas encantadas y sus ojos abiertos de par en par disfrutando de tanta maravilla. Digan lo que digan algunos, es una gran película. A veces no hay que hacer mucho caso de las críticas.

Lola, celebro que te gustara tanto como a mí. Da gusto dsifrutar de vez en cuando de espectáculos así.

Víctor Manuel, hemos hablado de la película desde distintos puntos de vista, pero la hemos disfrutado igualmente. Me gusta leer interpretaciones diversas, el cine, como todo arte, es poliédrico y ofrece esa posibilidad.

Clares, es una película para niños y mayores, como has podido comprobar. Es una gozada doble verla con niños, que siempre son más espontáneos y sinceros a la hora de expresar su satisfacción por lo que ven. ¿Símbolo de una nueva era? Pues no sé si llega a tanto, pero no estaría mal que sirviera para algo más que para pasar un buen rato.


Miguel, es ciencia ficción con algo más, aparte de unos efectos especiales apabullantes. Ve a verla, te gustará.

Caperucitaazul, te digo lo mismo que a Miguel: no te arrepentirás del estupendo rato que vas a pasar.

Gracias a todos por leerme y escribir estupendos comentarios. Un saludo.

Serenus Zeitbloom dijo...

Yolanda

Han cambiado mucho las cosas desde que vi “Sexo en tres dimensiones” allá por los años 80. La verdad es que la película es un verdadero espectáculo, no recuerdo nada tan bien y tan minuciosamente recreado. en fin, no quiere perderme en los adjetivos. Siempre digo que mi película favorita es “Bailando con lobos” –me encantan las películas de indios- así que te puedes imaginar como disfruté con Avatar. “Bailando con lobos” futurista y con final feliz. La película es intencionadamente ingenua y “buenista” en lo narrativa, Cameron no quiere que nada nos moleste –nos duela o entristezca- , y claro así salimos totalmente satisfechos del cine (del paraíso) y deseando volver. ¡Hasta los fumadores tienen buen corazón! Creo que la volveré a ver.

Saludos

Yolanda dijo...

Serenus, celebro que te haya gustado. Como volvamos a verla todos los que salimos encantados vamos a batir el récord de "Titanic". Realmente es un espectáculo digno de ser disfrutado, interpretaciones ecologistas o filosóficas aparte. Veremos qué hacen ahora para seguir sorprendiéndonos.
Un saludo.

Anónimo dijo...

La vi y me gustó.
Y la volvería a ver de nuevo.

Un placer leerte.
Saludos.

david dijo...

Avatar tiene la magia de combinar el futurismo de otros mundos con lo más ancestral del nuestro: la espiritualidad, las alusiones a los mitos griegos y como los sentimientos siguen guiando el destino de las civilizaciones a pesar del gigante del imperialismo capitalista.
Un saludo Yolanda. Tu compañero David.