tag:blogger.com,1999:blog-8975900359439679228.post1765686649705216252..comments2023-10-31T05:20:59.906-07:00Comments on Una maestra feliz: AMADO/ODIADO CUERPOYolandahttp://www.blogger.com/profile/15669408199632423188noreply@blogger.comBlogger7125tag:blogger.com,1999:blog-8975900359439679228.post-89356702293837501932011-02-15T04:28:15.920-08:002011-02-15T04:28:15.920-08:00Cuánta verdad hay en lo que dices, pero hay que to...Cuánta verdad hay en lo que dices, pero hay que tomarlo con humor.<br />El "exceso" de belleza tampoco es una suerte, porque cuando se acaba..."más dura será la caida", dice el axioma.<br />Y lo de las dependientas escuálidas...jajajaja, graciosísimo.Rosa Cácereshttps://www.blogger.com/profile/14341382925346418720noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8975900359439679228.post-21571678668445228242011-02-12T13:19:30.118-08:002011-02-12T13:19:30.118-08:00Lola, nada como un mujer para entender a otra, aun...Lola, nada como un mujer para entender a otra, aunque no faltan las "disidentes" que no comprenden las razones de otras para no esclavizarse con el aspecto externo. Las modas y la sociedad siempre han sido más duras con nosotras, como bien dices, y seguimos pasando por el aro sin protestar. Es difícil encontrar una mujer totalmente despreocupada de su aspecto, lo normal es cuidarnos con agrado. Eso sí, encima nos sale mucho más caro que a los hombres, aunque la cosmética masculina esté en auge imparable, según dicen. Anda que cuando hemos de prepararnos para un compromiso... Los hombres usan un traje que les dura años, o ni eso, y en cambio nosotras nos volvemos locas buscando vestido, zapatos, complementos, el bolso a juego, la peluquería, el maquillaje, las uñas... ¡una ruina! Además, estoy convencida de que nos arreglamos para las otras mujeres, que son quienes entienden, no para los hombres, que apenas aprecian el esfuerzo que hacemos para estar estupendas. Lo que yo digo, una cruz...<br />Un besote.Yolandahttps://www.blogger.com/profile/15669408199632423188noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8975900359439679228.post-65070001790155765282011-02-12T13:10:40.278-08:002011-02-12T13:10:40.278-08:00Conciso y claro, querido Miguel, como siempre. Som...Conciso y claro, querido Miguel, como siempre. Somos a un tiempo dueños y esclavos de este barro mortal que envuelve el alma, como diría Rosalía de Castro. Hay que cuidarlo sin obsesionarse, intentando mantener sobre todo la salud. El resto, bueno, allá cada uno. Por cierto, me recomendaron alpiste para bajar el colesterol en lugar de las pastillas que me mandó el médico, mucho más caras y con varios efectos secundarios, ya sabes, pero no en grano, como el de los pájaros, sino en grageas que venden en herbolarios. Yo lo probé y me fue bien.<br />Un abrazo, colega.Yolandahttps://www.blogger.com/profile/15669408199632423188noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8975900359439679228.post-31176751121870400102011-02-12T12:53:27.724-08:002011-02-12T12:53:27.724-08:00Me he reido mucho con tu estupendo post. Me he sen...Me he reido mucho con tu estupendo post. Me he sentido retratada y como si saliera de mis dedos en el teclado. No hay derecho que a nosotras nos importe poco que el tío esté calvo o lo que sea y sin embargo nosotras no podemos tener defectos. Que asco! Yo, me he liado la manta a la cabeza porque ya, en mi vida, lo único que me queda es el "Jale". Un besazo LolaLolahttps://www.blogger.com/profile/04395660329505295140noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8975900359439679228.post-1512281554610829722011-02-10T04:54:50.062-08:002011-02-10T04:54:50.062-08:00El cuerpo es importante para vivir, pero nada más ...El cuerpo es importante para vivir, pero nada más que para vivir. Si tenemos que vivir de nuestro cuerpo, andamos listos. Ojo, que hay gente que lo hace, que vive de su cuerpo. Y algún día te enteras del suplicio que pasa la pobre, o el pobre. Por lo demás, al cuerpo hay que darle la importancia justa. No más. Yo, por ejemplo, pasados los cincuenta (qué bella edad) no me siento en absoluto tan ágil como cuando tenía veinte. Ni tan bello (si es que algún día lo fui...) pero tengo en las arrugas escrita mi experiencia, que ésta no la cambio por nada. Eso sí, mi médico me dijo que debía hacer ejercicio para bajar el maldito colesterol, y lo he conseguido andando, simplemente andando. Y mientras ando, pienso y sueño. Un placer.<br /><br />Un beso.Miguelhttps://www.blogger.com/profile/12035676571799261323noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8975900359439679228.post-55110988686806297222011-02-09T15:44:41.492-08:002011-02-09T15:44:41.492-08:00Mil gracias, querido Joselu. Está visto que sabes ...Mil gracias, querido Joselu. Está visto que sabes de esto muchísimo más que yo, como de otras muchas cosas. Creí haber seguido tus instrucciones, pero ya ves, en algo me equivoqué. Para colmo, escribí hace un rato una respuesta a tu comentario y también ha volado. ¿Señales del destino? Quién sabe...<br />Hermosura, belleza, delgadez, atractivo, juventud... Tenemos un cuerpo que cuidar, pero no ser esclavos de él. Cuando traspasamos la fina línea que separa lo razonable de lo obsesivo y enfermizo perdemos de vista nuestros objetivos primordiales: estar bien, sin más, con nuestras características individuales, sin pretender ser supermodelos o bellezas inalcanzables. La felicidad no reside en cierta talla ni en determinados cánones (muy cambiantes, por cierto). Véase el caso de Marilyn Monroe, la mujer más deseada de todos los tiempos que sigue llenando páginas con sus fotos pese a llevar décadas muerta, claro ejemplo de existencia desgraciada a pesar de contar con un cuerpo envidiable y una fama a prueba de bombas. Nunca fue feliz. Qué no habría dado ella por ser un ama de casa anónima y feliz en vez de servir de carnaza a lenguas viperinas y poderosos sin escrúpulos...<br />La inmensa mayoría de los mortales usamos nuestro cuerpo con cordura y sin obsesiones. El culto desmesurado que algunos le dedican es un aspecto más de nuestro mundo carente de valores sólidos, basado en la apariencia y la banalidad. Se quejaba Olga Viza en el programa "Salvados" de haber sido condenada al olvido profesional, como otras compañeras, por el mero hecho de haber cumplido "una cierta edad" y no lucir un aspecto de supermodelo. A nadie le gusta envejecer, que yo sepa, pero hay que aceptarlo con dignidad. Puede y debe hacerse. Ojalá hubiera sabido yo a los veintidós años, cuando empecé a trabajar, lo que sé ahora. Se fue la lozanía, queda la experiencia y, lo más importante, las ganas de hacerlo mejor cada día, independientemente de mi aspecto físico.<br />Repito mi agradecimiento. Un fuerte abrazo, colega.Yolandahttps://www.blogger.com/profile/15669408199632423188noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8975900359439679228.post-10348406226446874052011-02-09T09:33:46.235-08:002011-02-09T09:33:46.235-08:00No he entendido bien lo que te ha pasado. Yo hice ...No he entendido bien lo que te ha pasado. Yo hice la prueba en mi blog cambiando la fecha de publicación de un post ya publicado e inmediatamente cambió su momento de publicación. Espero que no te vuelva a pasar. <br /><br />En cuanto al cuerpo, el culto al cuerpo que tanto os preocupa a las mujeres, es realmente agotador. Hay pocos cuerpos realmente hermosos. Suelo ir por la calle y por el metro mirando a las personas (generalmente me fijo más en las mujeres, lo confieso) y me doy cuenta de que no existe el cuerpo perfecto. Todos somos defectuosos en algún o muchos sentidos. Y pobre de la persona, de la mujer que tenga un físico diez porque penderá toda su vida sobre ella. Había un refrán castellano que decía: la suerte de la fea, la guapa la desea. Y creo que es verdad. Ser guapo no garantiza la felicidad, la obsesión que puede generar un cuerpo hermoso puede ser muy cargante para conservarlo (y además sabemos que más pronto que tarde esto se acaba). En los treinta años ya se produce un cansancio del físico al que nadie puede ya sustraerse. Eso no quiere decir que no tenga alguna belleza. Todos tenemos alguna belleza, aunque sea sólo el de una buena conversación. Un físico envidiable puede traer más problemas que oportunidades. Quizás en mi adolescencia no fui muy deseado. Las chicas no estaban por mí. Hube de trabajar a fondo para que alguien se fijara en mí. Hoy lo veo como una suerte, porque nada hay más hastiante que un tío bueno por el que van todas las mujeres. ¡Qué cansancio! ¡Y qué tonto se puede volver uno! O sea, Yolanda, que con nuestros imperfectos cuerpos que nos quiten lo bailado, que nos echen un galgo. El mundo es de los imperfectos. Un abrazo, colega.Joseluhttps://www.blogger.com/profile/09447569724597290732noreply@blogger.com