Hoy ha salido a la venta el libro Querida maestra (La Esfera de los Libros) de mi entrañable colega Julia Resina, jubilada hace un año. A raíz de su jubilación una antigua alumna envió una preciosa carta de agradecimiento a El País. Yo la leí y me puse en contacto con ella. Por una feliz coincidencia, los últimos años en el "Antonio Machado" de Majadahonda compartió docencia con Silvia y Arancha, que habían estado conmigo en mi actual destino. Así me enteré de los actos de su despedida y de la "encerrona" que le prepararon una calurosa tarde de junio en una plaza: con la complicidad de unos cuantos (su marido entre ellos) se dieron cita antiguos alumnos y padres que la llenaron de besos y abrazos en una auténtica ducha de cariño. Días más tarde Gemma Nierga la entrevistó en La Ventana y poco después llegó la oferta de la editorial para escribir sus recuerdos tras cuarenta años de magisterio ejemplar, entusiasta y entregado. Hoy el libro es una realidad y Julia está feliz. Anteayer el suplemento Magazine de El Mundo publicó un emotivo artículo sobre ella, su obra, sus alumnos, sus recuerdos, su "secreto" para ser una auténtica maestra feliz y maravillosa, su vida... Si tenéis ocasión de leerlo, no os lo perdáis.martes, 14 de septiembre de 2010
QUERIDA MAESTRA
Hoy ha salido a la venta el libro Querida maestra (La Esfera de los Libros) de mi entrañable colega Julia Resina, jubilada hace un año. A raíz de su jubilación una antigua alumna envió una preciosa carta de agradecimiento a El País. Yo la leí y me puse en contacto con ella. Por una feliz coincidencia, los últimos años en el "Antonio Machado" de Majadahonda compartió docencia con Silvia y Arancha, que habían estado conmigo en mi actual destino. Así me enteré de los actos de su despedida y de la "encerrona" que le prepararon una calurosa tarde de junio en una plaza: con la complicidad de unos cuantos (su marido entre ellos) se dieron cita antiguos alumnos y padres que la llenaron de besos y abrazos en una auténtica ducha de cariño. Días más tarde Gemma Nierga la entrevistó en La Ventana y poco después llegó la oferta de la editorial para escribir sus recuerdos tras cuarenta años de magisterio ejemplar, entusiasta y entregado. Hoy el libro es una realidad y Julia está feliz. Anteayer el suplemento Magazine de El Mundo publicó un emotivo artículo sobre ella, su obra, sus alumnos, sus recuerdos, su "secreto" para ser una auténtica maestra feliz y maravillosa, su vida... Si tenéis ocasión de leerlo, no os lo perdáis.domingo, 5 de septiembre de 2010
LA MARGARITA Y LA ABEJA
Cada año pensamos en un motivo artístico para recibir a los alumnos. Hemos hecho globos, cometas, mariposas... Esta vez mi estupenda colega Mercedes ha ideado una margarita en cuyo centro escribiremos los nombres de los alumnos de cada clase. Yo me encargo de la parte literaria, dentro de mis modestas posibilidades. Ésta es la composición de este curso. Espero que os guste.
LA MARGARITA Y LA ABEJA
Una abeja despistada
en la tarde calurosa
volaba sin rumbo fijo
buscando una buena sombra.
"¡Esto no hay quien lo aguante!
¿Dónde quedará la playa?
Voy a ver si me doy prisa
y cojo bañador y toalla.
Todo arde, todo quema.
Como todos los bañistas
quiero poder refrescarme
y mojarme las alitas".
Nada rompía el silencio,
el campo se adormecía
y la abeja juguetona
contenta sonreía.
Vio prados verdes,
juncos en las riberas,
la jara y el tomillo,
los pinos y las choperas.
Entre las flores dormidas
una llamó su atención:
redonda, discreta,
limpia, con blanco color.
"¡Hola!"- le dijo la flor.
¿Me haces compañía?
Quédate conmigo,
estoy tan solita..."
La abeja paró en seco,
atraída por su candor,
y la margarita, coqueta,
sus pétalos agitó.
"¿A que soy bonita?
Sin a nadie molestar
adorno cualquier rincón
y muchos me deshojan
buscando un sí o un no."
La abejita, fascinada,
sobre ella se posó.
"Pronto vendrán muchos niños
porque el curso comenzó.
Escucha, tengo una idea:
escribe todos sus nombres
aquí en mi corazón.
Tú puedes hacerlo,
tienes afilado aguijón,
y se pondrán tan contentos
viéndose en mi botón."
Y en el gran centro amarillo
aparecieron las letras:
Adela, Alberto, Lorenzo,
Álvaro, Irene, Cristina,
Carlos, Víctor, Natalia,
Edgar, Rodrigo, Marina...
Cuando llegaron los niños
se acabó toda la calma,
empezaron las tareas,
cobraron vida las aulas.
Abrieron libros y cuadernos,
los ojos bien despiertos,
la curiosidad muy viva,
escucharon a los maestros.
Lleno de gran actividad
un nuevo curso empezó,
con alegría, con fuerza,
con una abejita y una flor.
