
jueves, 25 de noviembre de 2010
ÉL NO ES MALO

lunes, 8 de noviembre de 2010
UN LUNES CUALQUIERA

Lunes, ocho menos cuarto de la mañana. Suena el despertador. Sé que si no me levanto enseguida llegaré tarde, pero me vence la pereza. Me preparo el desayuno, recojo el periódico y el pan. Echo un vistazo a las noticias, que también suenan en la radio. Ecos y repercusiones de la visita del Papa (siempre la misma cantinela, con la Iglesia no puede ni Dios) y las mismas cansinas tertulias, la corrupción que no cesa, la crisis interminable, los ataques de unos contra otros repetidos, monótonos, vergonzosos, la gente normal y corriente harta de tanta ineptitud, de tanta mentira. Me ducho deprisa, me arreglo y salgo pitando, como siempre. Hoy hace frío, más de lo previsto. Nos habíamos acostumbrado a la primavera en otoño y el cielo gris nos recuerda que ya estamos en noviembre.

La tarde es aún más fría y ventosa. Llego a casa casi a las seis, con ganas de descansar un poco, pero apenas me siento suena el teléfono. Maldita publicidad no solicitada, qué manía de soltar como una ametralladora ofertas ininteligibles. A veces cuelgo sin más, lo siento, sé que es una grosería pero no tengo tiempo ni ganas de discutir con alguien que sólo sabe recitar a piñón fijo unas consignas absurdas.
Luego me toca ir a comprar, horror, y recoger la cocina, hacer la cena... Mientras escribo veo a medias Syriana, que ya vi en cine, muy compleja y desmoralizadora, terriblemente realista. Qué mundo tan enrevesado, movido por la avaricia, los intereses cruzados, el ansia de poder. Menos mal que anuncian para el miércoles Irma la Dulce, una deliciosa comedia del genial Billy Wilder con una maravillosa Shirley McLaine en todo su esplendor y un magnífico Jack Lemmon. Es una de esas películas que siempre agrada volver a ver.

domingo, 24 de octubre de 2010
LA VIDA SIGUE... PERO NO IGUAL





Todo lo anterior no tiene nada que ver, al menos directamente, con Carancho, el último trabajo del gran Ricardo Darín. Es una historia oscura (transcurre casi totalmente de noche), amarga, intensa. El mundo sórdido que rodea a los accidentes de tráfico, las víctimas y las aseguradoras está perfectamente descrito en unas imágenes poderosas a través de unos personajes al límite de la vida y de la ejemplaridad, honestos a su estilo y abocados a un destino trágico. El amor parece una tabla de salvación momentánea, pero no hay romanticismo ni dulzura. Ricardo Darín, de apariencia tan corriente (quizá por eso resulta tan creíble, tan cercano) borda un papel difícil con unos registros que recuerdan a Bogart incluso, o a Robert Mitchum en esas historias de cine negro con antihéroes capaces de levantarse, orgullosos, tras sufrir una paliza a manos de mafiosos sin escrúpulos. El final es impactante. No os cuento más, pero id a verla, es buenísima.

martes, 14 de septiembre de 2010
QUERIDA MAESTRA

domingo, 5 de septiembre de 2010
LA MARGARITA Y LA ABEJA

LA MARGARITA Y LA ABEJA
Una abeja despistada
en la tarde calurosa
volaba sin rumbo fijo
buscando una buena sombra.
"¡Esto no hay quien lo aguante!
¿Dónde quedará la playa?
Voy a ver si me doy prisa
y cojo bañador y toalla.
Todo arde, todo quema.
Como todos los bañistas
quiero poder refrescarme
y mojarme las alitas".
Nada rompía el silencio,
el campo se adormecía
y la abeja juguetona
contenta sonreía.
Vio prados verdes,
juncos en las riberas,
la jara y el tomillo,
los pinos y las choperas.
Entre las flores dormidas
una llamó su atención:
redonda, discreta,
limpia, con blanco color.
"¡Hola!"- le dijo la flor.
¿Me haces compañía?
Quédate conmigo,
estoy tan solita..."
La abeja paró en seco,
atraída por su candor,
y la margarita, coqueta,
sus pétalos agitó.
"¿A que soy bonita?
Sin a nadie molestar
adorno cualquier rincón
y muchos me deshojan
buscando un sí o un no."
La abejita, fascinada,
sobre ella se posó.
"Pronto vendrán muchos niños
porque el curso comenzó.
Escucha, tengo una idea:
escribe todos sus nombres
aquí en mi corazón.
Tú puedes hacerlo,
tienes afilado aguijón,
y se pondrán tan contentos
viéndose en mi botón."
Y en el gran centro amarillo
aparecieron las letras:
Adela, Alberto, Lorenzo,
Álvaro, Irene, Cristina,
Carlos, Víctor, Natalia,
Edgar, Rodrigo, Marina...
Cuando llegaron los niños
se acabó toda la calma,
empezaron las tareas,
cobraron vida las aulas.
Abrieron libros y cuadernos,
los ojos bien despiertos,
la curiosidad muy viva,
escucharon a los maestros.
Lleno de gran actividad
un nuevo curso empezó,
con alegría, con fuerza,
con una abejita y una flor.
martes, 31 de agosto de 2010
EL MAR, SIEMPRE EL MAR, Y MUCHO MÁS


La tradición manda tomar un delicioso helado antes o después de los fuegos y tomar parte en la verbenas, conciertos o espectáculos que se ofrecen en numerosas plazas y calles, animadísimas durante las fiestas. Todo tiene un aire diferente, señorial, nada chabacano. La gente viste muy bien y disfruta con lo que ve. Abundan los komunak, los servicios públicos, algo muy de agradecer, y, salvo excepciones, están limpios y muy presentables. Me pareció curioso que en una gasolinera lo dijeran tan claro: "Entre, está limpio". ¡Y lo estaba!




domingo, 25 de julio de 2010
DE LONDRES A AFGANISTÁN (COSAS DEL CINE)



Por casualidad entra en contacto con Ousmane, musulmán africano que lleva quince años trabajando como guarda forestal en Francia. También está buscando a su hijo, a quien dejó cuando tenía seis años. Ni siquiera sabe qué aspecto tiene, si le viera no le reconocería. Es su mujer, que sigue en África, quien le ha pedido que le busque. Elizabeth al principio le mira con recelo, le parece un hombre extraño, de otra religión, de otra raza, pero las circunstancias les obligan a encontrarse una y otra vez y a compartir incluso piso porque sus hijos no sólo se conocían sino que, además, estaban enamorados, eran compañeros de clase de árabe en la mezquita, vivían juntos y tenían pasajes para ir en tren a Francia. Así, Elizabeth y Ousmane entienden que tienen mucho en común, sin saberlo. Les une la relación de sus hijos y la incertidumbre sobre lo que les pueda haber ocurrido. Buscan juntos hasta que llegan a conocer la terrible verdad.



