sábado, 17 de enero de 2009

LA CLASE

NegritaNegrita

Tenía muchas ganas Negritade ver esta película. Aparte del aval de buen cine francés sobre educación (basta recordar Hoy empieza todo o Ser y tener, entre otras) recibió la Palma de Oro en Cannes y es candidata a los Oscar. Debería ser de visión obligatoria para todos los padres de adolescentes y para cualquiera de éstos medianamente preocupado por lo que le rodea. A los profesores no creo que haga falta recomendársela, irán a verla para sentirse reflejados en ese profesor de Lengua Francesa en un instituto de un barrio de París, con su ánimo, su valor, su paciencia, sus métodos a veces innovadores, sus dudas y sus errores, porque es imposible no cometerlos en este trabajo; los que tratan con adolescentes han de hacerlo con sumo cuidado, deben tener más tacto que un cirujano para no levantar ampollas y saben que siempre están al mismo tiempo en el ojo del huracán y en el punto de mira. Todo lo que dicen o hacen puede ser cuestionado por cualquiera y están expuestos a denuncias y críticas simplemente por emplear una palabra en lugar de otra o por perder los nervios en un momento de tensión, algo fácilmente comprensible porque los adolescentes son provocadores por naturaleza y disfrutan cuestionando métodos, personas y programas.

La película está interpretada por el autor del libro en que se basa, Entre les murs, François Bégaudeau. Cuesta creer que tanto él como los alumnos (el nombre de sus personajes es el suyo propio) no sean actores profesionales. La película parece casi un documental, veraz y sincero, y se pasa en un vuelo pero deja un poso que da para muchos comentarios y muchas reflexiones. No idealiza nada ni a nadie, cuenta las cosas como son. Los alumnos de catorce años son de las Antillas, de Mali, de Marruecos, de China..., vamos, como ocurre en cualquier instituto español. Aparecen los problemas de la inmigración, de la diferencia de culturas (no hay más que recordar los sucesos que conmovieron Francia no hace mucho), la indiferencia, el desinterés, la provocación, el cansancio de los profesores, la toma de medidas disciplinarias duras pero necesarias... Me llamó la atención que en la Junta de Evaluación participaran las delegadas de clase manteniendo una actitud rayana en la grosería y provocando más tarde con su interpretación de los hechos un grave altercado.

Cada escena da para un largo comentario por sí sola. Los diálogos son fluidos e intensos, es la vida diaria de tantas aulas la que aparece en la pantalla, mucho más apasionante y dura de lo que cree la mayoría de la gente. A la salida escuché parcialmente la conversación que mantenía un matrimonio con su hija adolescente, lo que me sugirió que esta película es ideal para verla con los hijos y hablar sobre ella. Los padres suelen ser bastante ignorantes de lo que ocurre en las clases. Es bastante normal que cuando les cuentas lo que hacen sus hijos te digan "no me lo puedo creer", "no es posible", "es que no me cuenta nada", "no me enseña las notas"... Sólo las entrevistas con los padres dan para un libro. La escena en la que se ven reflejadas es magistral, todos los docentes hemos pasado por situaciones así, y mucho peores, cantidad de veces. Hacemos de psicólogos, consejeros matrimoniales, orientadores, mediadores...

Hoy el gran problema no es el bajo nivel, la incongruencia de las leyes educativas, el desbarajuste de los programas, por mucho que se quiera hacer hincapié en todo ello, que tiene su importancia, evidentemente. Una de las grandes cuestiones es la falta de asistencia al profesorado y lo poco valorados que seguimos estando. Cualquiera puede cuestionar nuestro trabajo y causarnos graves problemas sólo con amenazar o presentar una denuncia sin pruebas. La Inspección siempre teme a los padres más que a los profesores y sus medidas de presión son mucho más efectivas. ¿Que falta un profesor y no cubren la baja? Una carta al periódico y a los dos días tenemos sustituto (eso ha pasado en mi colegio hace nada). ¿Que el profesor de Música no ha dejado nada escrito y el sustituto no puede evaluar a todos los alumnos en una semana? No problem: los Tutores ponemos Suficiente a todos y a otra cosa, mariposa, todo con tal de no dejar la casilla en blanco para evitar protestas. Da igual que nos pasemos horas preparando programaciones, criterios de evaluación, que tengamos que levantar acta de cada maldita reunión, que tengamos que justificar cada paso que damos... Cuando a la Administración le conviene se pasa todo eso por el forro y cualquier calificación vale. ¿Qué valor tiene entonces nuestro trabajo? En la mayoría de los casos, nuestra mayor recompensa es el reconocimiento de nuestros alumnos, que son los que de verdad conocen nuestro trabajo. De nuestra actitud hacia ellos depende en gran medida el éxito conjunto de cada grupo. Ahora hay que ganarse al alumno cada día, no vale la autoridad impuesta ni se da nada por supuesto. Cada clase es un reto y los deslices se pagan caros. Por eso soportamos tanta tensión y tenemos miedo a actuar en muchos casos. No basta con la intención, ni siquiera con saber que lo estás haciendo bien: como alguien no lo entienda así no tenemos ninguna capa protectora que nos defienda de los malintencionados, ignorantes y atrevidos. Siempre hay que tener una explicación convincente a mano, por si acaso vienen mal dadas. No se nos permiten fallos, aunque nos toque enmendar más de una vez los ajenos.

Id a ver la película, os gustará y hablaréis mucho de ella.

Ah, por cierto, el Capitán Trueno ha sido todo un éxito entre mis alumnos. Les encanta.


7 comentarios:

Marta dijo...

La verdad es que tras leer tu comentario me han entrado ganas de ir a ver la película.

Estoy totalmente deacuerdo con tus reflexiones, pues sé muy bien de los que hablas, mis padres son maestros, aunque mi padre da cases en un insti y yo futura profe de F.P. He escuchado muchas veces sus conversaciones y los problemas con los que tienen que lidiar ambos. Y es cierto que la profesión de docente no es para nada sencilla y hay que tener mucha mano derecha.

Aunque a los que nos gusta la docencia, superamos estos "obstáculos" a la fuerza.

Un abrazo,

Joselu dijo...

En la foto del cartel de la película se ve a dos alumnas con la mano levantada pidiendo la palabra. Me admira la escuela francesa por estos gestos, igual que por el tratamiento de "señor" o "señora" dirigido a los profesores. No he visto la película, pero el tema de la educación y la cortesía está en ese país muy por delante del nuestro en que predominan los malos modos y lo espontáneo tenido por un elemento positivo. Hoy tenía intención de bajar a Barcelona a ir a verla pero al final no he podido. La pena es que la ponen en muy pocos cines y no entiendo por qué. Un cordial saludo.

Sarashina dijo...

La verdad es que me gusta poco salir de un aula y meterme en otra de cine, pero siempre termino haciéndolo. Esas dos pelis que nombras me encantaron en su momento, y supongo que esta, además avalada por ti, será estupenda. A ver si esta semana hago un hueco para ir a verla, ya que el fin de semana me voy a hacer un curso de literatura oral a un pueblecillo del norte de Murcia. Ya contaré la experiencia. Gracias por la recomendación. Un abrazo, colega.

Miguel dijo...

No he visto la película, pero me quedo con las ganas de verla. Me gusta observar cómo evolucionan los alumnos y los docentes en otras culturas y países. Comparo... y siempre salgo perdiendo. Me levanto después de ver el reportaje o la película con mal sabor de boca, porque añoro el respeto y la consideración hacia el docente, y las formas del alumnado, sumiso, silencioso y obediente. Luego echo una mirada a mis alumnos... y me asalta la ira. ¿Qué tendrá que pasar para que nuestros alumnos/as no sean tan arrogantes y mantengan una actitud receptiva hacia el profesorado. Porque nuestro gran problema (uno de de los muchos que tenemos) es que la autoridad no nos la dan, nos la tenemos que ganar. Y esto es todo un reto. Sólo las ganas de volver a estar cada día con los/as alumnos/as y saber de ellos/as alimentan nuestro ser.
Un abrazo, y mucho ánimo.

Yolanda dijo...

Marta, la docencia engancha si te gustan los retos y el trato con personas en evolución, llenos de preguntas y muchas veces de insolencia. Es difícil ser buen profesor, yo conozco algunos estupendos y podría escribir mucho sobre ellos, pero todos tienen una delicadeza extrema hacia sus alumnos, tengan la edad que tengan.
Joselu, es una maldición que las películas buenas pero "diferentes" tengan poca difusión, ya viste lo que pasó con "Princesa de África". Las alumnas levantan la mano, es cierto (mis alumnos tambien lo hacen) y deben llamar al profesor de "usted" (son sancionados cuando le tutean), pero no sé si eso es muy significativo. Quiero decir que el respeto se demuestra de muchas maneras, pero sí es verdad que en lo referente a "buenos modales" España no es ningún modelo. En mi colegio es normal que los padres recojan a los niños sin decir ni hola, qué se puede esperar de sus hijos...
Clares, te gustará la película, no te la pierdas. Es salir del colegio para meterte en otra aula durante dos horas, pero merece la pena. No estamos solos.
Miguel, los alumnos de la película no son nada modélicos. No conozco el sistema francés pero del español sé bastante, y realmente no salimos bien parados ante cualquier comparación. Ganarse el respeto no es nada fácil, y en un momento puedes perder lo que te ha costado meses conseguir. Nunca como ahora los alumnos han venido con tantos problemas, y nos piden que lo tengamos en cuenta a la hora de tratarlos, lo que multiplica las dificultades: no basta con enseñar, hay que hacerlo además de modo personalizado y atractivo. Por eso nos cansamos tanto, no damos abasto a manejar tantas variables.
Gracias a todos por leerme y contestarme.

soy amarillo y azul dijo...

Hola, Yolanda
Ayer fui a ver "La clase" con mi mujer (profesora de universidad) y nos encantó a los dos. Animo a todos a ir a verla, la disfrutareis.
¿Qué es lo que más me gustó?
Que no elude ningún problema de los que se dan en un centro educativo: los que crean los alumnos; también los problemas que crean los profesores (el protagonista se me te en unos jardines a veces... no me parece que salga especialmente bien parado, sería interesante leer su libro para tener su visión de primera mano); la relación entre profesores a veces tan fría y pensando tan poco en el alumno; el trato al profesorado (sanciono si me tutean, pero yo les puedo tildar de cualquier cosa, o dejo pasar las faltas de respeto de los alumnos entre sí porque no se dirigen a mí o por evitar confrontaciones); el compañerismo entre alumnos y su rivalidad; la justicia e injusticia de las sanciones; los padres y sus inquietudes....
De todo se habla y todo se expone sin imponernos una visión parcial.
Me encantó. Y sobre todo el final, con las dos intervenciones de las dos chicas, tan diferentes, y tan conmovedoras.
Salí del cine pensando: "lo mejor de mi trabajo son mis alumnos y mi relación con ellos, tan "nueva" a cada momento y tan sorprendente, y si soy capaz de dejar que se me acerquen sin miedo y con respeto, y acercarme yo a ellos con la misma actitud, siempre habrá algo bueno que sacar de ello."
No os la perdáis.
Saludos
(aunque no siempre participe, por aquí ando, jajaja)

frikosal dijo...

En un programa de cine hablaron de ella y me hubiera gustado verla, pero no voy al cine desde hace ya años.