martes, 7 de julio de 2009

Por fin estoy de vacaciones, tras un largo y atareado curso escolar. Hace mucho calor, ya sabéis lo que dicen de Madrid, nueve meses de invierno y tres de infierno. Estamos en pleno infierno, pues, como otras zonas de España. Este país nuestro tan lleno de contrastes nos ofrece ahora mil lugares preciosos en los que refrescarse y descansar, o dar rienda suelta a nuestras apetencias, allá cada cual. Yo prefiero el Norte, tan bonito y cuidado, incluso con sus lluvias intempestivas. En agosto iré a San Sebastián con mi marido, como cada año. Mientras tanto seguiré por aquí, quizá escribiendo de vez en cuando, aunque ya veo que muchos blogueros habituales han echado el cierre hasta septiembre. Hay que parar de vez en cuando y cambiar de actividad, desde luego, para reponer fuerzas y renovarse por dentro y por fuera. El invierno es muy largo y su rutina impuesta sobre todo por el trabajo resulta en ocasiones dura y difícil de llevar.
Durante este mes aprovecho para ir al gimnasio por las mañanas un par de horas si puedo. Lo hago con más gusto que en los meses restantes porque estoy más relajada. Luego una buena ducha y lista para hacer recados, la comida, la casa... Me gusta poder hacer ahora distintas ensaladas, tan variadas y refrescantes, mucho gazpacho, platos ligeros pero sabrosos... La siesta es un lujo asiático en esta época, en unas horas en las que la calle es puro fuego y cualquier movimiento se antoja laborioso. De vez en cuando conviene dejarse llevar por la pereza, ver pasar las horas lenta y plácidamente, haciendo todo lo que nos gusta y debemos dejar aparcado por falta de tiempo durante meses. Me encanta leer, y en vacaciones devoro todo lo que puedo. Ahora estoy con "La mano de Fátima", de Ildefonso Falcones, que me regalaron mis colegas por mi cumpleaños con unas emotivas dedicatorias. Me parece aún mejor que "La catedral del mar", que me encantó. Y, por supuesto, tengo pendiente el último de la trilogía de "Millenium". Leí en una tarde "Kafka y la muñeca viajera", una preciosidad que os recomiendo.
Sigo con mis sesiones semanales de cine. Vi "El primer día del resto de tu vida", una estupenda película francesa sobre las relaciones familiares con momentos realmente divertidos y otros muy emotivos. Los franceses son grandes maestros en este tipo de historias. Es en verdad recomendable.
"Te quiero, tío" es una gran comedia americana, nada que ver con las tontadas de adolescentes tan típicas de esta época. Contiene lúcidas reflexiones sobre las relaciones hombre-mujer y con los integrantes del mismo sexo. Está claro que hombres y mujeres nos relacionamos de manera muy diferente con nuestros iguales, las mujeres compartimos unas intimidades con nuestras amigas que a ellos les resultan incomprensibles y viceversa. La amistad, en todo caso, es valorada como lo que es por los personajes de la película, con escenas muy divertidas. También merece la pena, id a verla.
Por último, hice caso a la crítica y fui a ver "Pagafantas", que resultó ser una estimable y ocurrente comedia española muy por encima de la media. Los actores están geniales y el guión es original y entretenido. El cine español suele ser poco valorado, y es cierto que en general ofrece mediocres productos, por lo que su efecto en la taquilla es bastante deprimente. Yo aprecio los buenos productos, vengan de donde vengan, y creo que algunas películas españolas no reciben lo que merecen. Creo haber leído en algún sitio que muchos españoles aprecian nuestro cine, pero que prefieren verlo en casa. Normal, si se tiene en cuenta el abusivo precio de las entradas y sus añadidos. La pantalla grande está hecha sobre todo para películas espectaculares que en la tele pierden mucho. Las historias intimistas, por el contrario, pueden er disfrutadas de ambos modos.
Estoy siguiendo a ratos el funeral de Michael Jackson. Los americanos lo hacen todo a lo grande y tienen un sentido del espectáculo que ya quisieran muchos. No voy a añadir gran cosa a lo ya dicho en tantas páginas desde su muerte. ¿Quién sabe la verdad total? Nadie. Es normal que en su funeral todo sean lágrimas y alabanzas. Es de suponer que muchos de los detalles de su vida no se sepan nunca. Tuvo fama, dinero y talento, pero murió convertido en una sombra de sí mismo. Le devoró su propio personaje. Fue contradictorio, aunque hay que reconocer su genio musical. Bailaba como nadie y manejaba el escenario a su antojo. Otra cosa era su vida privada, plagada de misterios y excentricidades. Es algo común a muchos personajes públicos y famosos. ¿Cuántos no han visto sus vidas destrozadas por no saber digerir la fama? Convertimos en dioses a seres quizá geniales en una faceta, les ensalzamos de forma desmesurada. ¿O no es una locura lo ocurrido con Cristiano Ronaldo, por citar el último ejemplo de despropósito? ¿Cuantos no han sufrido la caída a los infiernos tras haber tocado un ficticio cielo? Michael Jackson deja un importante legado musical y muchos sacarán partido de su muerte. Las ventas de sus discos y videoclips han subido como la espuma, lógicamente, y seguirá dando mucho dinero durante largo tiempo. En cualquier caso, descanse en paz.
Felices vacaciones a todos.