viernes, 25 de junio de 2010

A VOSOTROS

A VOSOTROS
Decir colegio es decir amigos, cartera, libros, juegos, recreo... Es un timbre que llama unas veces y otras suena a liberación, a vacaciones. Es un alboroto, un fondo de risas, de voces infantiles. Es un trajín continuo, excursiones, actividades mil. Es un despertar a la vida, un aprender excitante, un descubrimiento tras otro. Es la amistad inolvidable, las primeras lecturas, los primeros amores. Es el disfrute junto al Mediterráneo, volar sobre las olas en un catamarán, remar en piragua, sudar sobre una bici, manejar un kart, patinar, aprender las normas del deporte, avanzar en el conocimiento. Es conocer manos amigas que te guían y te aconsejan, te reprenden y te alaban. Es perder un jersey, ganar una medalla, participar en un cross. Es nadar, saltar, manejar un ordenador. Es leer en silencio, escribir con cuidado, aprender a respetar. Es multiplicar, conjugar, descubrir.
Vosotros habéis pasado aquí muchos días de vuestras jóvenes vidas. Estas paredes y estos patios guardan el recuerdo de vuestras voces y de vuestros juegos. Aquí habéis crecido y madurado, habéis jugado en la arena y bajo la encina, habéis encestado y metido muchos goles. Ahora os toca iniciar una nueva etapa. La vida os espera. Id a por ella. Llevad vuestra fuerza y vuestra ilusión a otras aulas. seguid con los ojos bien abiertos y el corazón dispuesto para conocer nuevas personas y nuevos horizontes, pero mantened en vuestro recuerdo el tiempo pasado en el "Santiago Apóstol" porque para muchos de vosotros fue el lugar de vuestros primeros pasos escolares y eso nunca se olvida. Aquí habéis sentado las bases de vuestra formación. En estas aulas aprendisteis la mayoría de vosotros las primeras letras de la mano de unos profesores entusiastas y entregados a su labor, la de educaros y enseñaros. Los cimientos de vuestra vida estudiantil y buena parte de vuestra personalidad están aquí. Y hoy recibís el premio a vuestro esfuerzo.
Recordad en este día no sólo a vuestros más recientes profesores, sino a todos los que os han ido guiando durante todos estos años con paciencia, dedicación y cariño. Todos hemos puesto en vosotros nuestra buena voluntad y nuestro deseo de ayudaros a ser mejores cada día, no sólo mejores estudiantes sino, sobre todo, mejores personas: tolerantes, buenos compañeros, sinceros y leales. Hemos querido despertar en vosotros esa curiosidad que nunca debéis saciar. Sois muy jóvenes y muy fuertes, una mina cuya riqueza debéis aprovechar. No os canséis nunca de aprender, de ver, de viajar, de leer, de conocer gente, de querer a los demás. Dad cariño y recibiréis cariño. Dad comprensión y seréis comprendidos.
Todos tenéis una energía inagotable y todos lleváis la vida en vuestra mirada. Os merecéis triunfar y ser felices. Un beso muy fuerte.
El martes celebramos la Graduación de los alumnos de Infantil y de 6º de Primaria. Suponen un trabajo considerable para preparar las actuaciones, las palabras de despedida, el escenario... Todo salió bien gracias a la labor de no pocas manos entusiastas. Un baile de pocos minutos lleva consigo horas de ensayo robadas a otras clases. Yo leí la carta que abre este post, aunque me temo que no todos me escucharon como era deseable. Algunos alumnos también leyeron sus palabras de recuerdo y agradecimiento. Los padres alaban el resultado final y todos se van con buen sabor de boca.
Yo hice con los míos un último trabajo de tutoría consistente en sentarnos en círculo y decir cosas agradables de los demás, de forma voluntaria. Todos se dedicaron palabras cariñosas y acabaron llorando. Nadie quería irse. Les dije que es mucho mejor irse así, con pena por la despedida, que marcharse sin emoción ninguna, como quien sale del Metro. Fue bonito y emotivo.Nos regalaron centros de plantas, pañuelos, una pluma, bombones... obsequios varios que guardaremos con cariño. Otra promoción que se va. Ya estamos preparándonos para recibir a la siguiente. Hay que recoger las clases (una pesadez insoportable, qué cantidad de libros y papeles...) Ayer fuimos de excursión a La Pedriza (os adjunto una foto de la Charca Verde, en cuyas heladas aguas se bañaron algunos valientes) y después comimos un cordero exquisito en Los Molinos entre risas y buen ambiente. Hoy hemos tenido el último claustro y la comida final, con actuaciones de los más nuevos tras los postres. Todo estupendo y entrañable. Nos merecemos las vacaciones, sin duda, pero, lo que son las cosas, a mí me da un bajón al llegar estas fechas. Supongo que descargar de repente toda la tensión acumulada precisa un tiempo de acomodación. Pasados unos días, cuando empiezo a relajarme y descansar, comienzo por fin a disfrutar del verano, que se anuncia muy caluroso, pero a saber, cualquiera se fía de los pronósticos.
Quiero leer, dormir, pasear, cuidarme, hacer visitas culturales (Madrid no descansa, por suerte)... La semana pasada fui a ver con unos colegas La venganza de Don Mendo, en una estupenda adaptación de Tricicle que cuida al máximo los detalles jocosos sin desvirtuar la obra original, que mantiene la frescura y el ingenio de cuando se estrenó hace casi un siglo, que se dice pronto. Cuánto me gusta el teatro... Lástima que este año haya bajado tanto la producción en los teatros pequeños por la dichosa crisis. Cuando llegan las vacas flacas se empieza por recortar lo que se considera innecesario y superfluo, y la cultura lo es para muchos que manejan las arcas. Lo sabemos y lo sufrimos, pero no podemos hacer nada por evitarlo.
Descansad todo lo que podáis. Feliz fin de semana.


lunes, 14 de junio de 2010

FIN DE CURSO

Fin de curso. Los pajaritos cantan y las nubes se levantan. Los niños también se irán. Pronto dejarán de oírse sus voces, pero nosotros también gritamos. Estamos acalorados. Seguimos rodeados de papeles y yendo de una reunión a otra, ultimando notas, informes, ordenando las clases.
Miles de palabras escritas y otras tantas pronunciadas. Miles de páginas leídas. Miles de pasos dados. Miles de escalones subidos y bajados. Cientos de cafés. Cientos de bollos, pasteles, rosquillas. Cualquier celebración es bienvenida. Muchas comidas, algunas cañas. Muchos días de patio. Muchas rodillas curadas. Cientos de problemas solucionados. Incontables días de viento y de lluvia. Largo invierno. Renovación y continuidad con la primavera. Somos los mismos, somos diferentes. Hemos ido hilvanando día a día un curso más, un año más de nuestras vidas. Llega el momento de la recogida. Cuántas cosas hemos hecho... La Memoria está encuadernada, pero sólo son datos fríos, estadísticas, enumeraciones. No dice nada de los sentimientos, de las vivencias. Todo nuestro trabajo se reduce a unas escuetas notas elaboradas con la desgana propia de la obligación. Palabras y más palabras. ¿Dónde está el corazón? Hemos dejado en algún rincón las alegrías y los no pocos disgustos de un largo curso. Detalles y gestos. Tanto esfuerzo tiene una compensación inefable e intangible. Melancolía. Ansia de merecido descanso.
Cambiará el paisaje. Se irán unos alumnos, llegarán otros. Adiós. Hasta siempre. Bienvenidos. Seremos quizá más, trabajaremos con entusiasmo, pese a las malas lenguas y las zancadillas. Las caras conocidas son una garantía de estabilidad y de bienestar. Buen hacer. Volveremos a recorrer juntos un camino nunca antes transitado. Pasito a pasito llegamos a nuestra meta, que no es sino una etapa más, un capítulo más de un libro que vamos escribiendo día a día. Algunas líneas tienen protagonistas comunes, otras son personales e intransferibles.
Creemos en el "efecto mariposa". Si conseguimos inculcar en estos niños hábitos de estudio, trabajo y respeto contribuiremos a mejorar el entorno en el que más tarde se moverán. Satisfacción. Agradecimiento. Nuevas metas logradas. Otras aún se resisten. Lucha continua. Afán de superación. La vida.

lunes, 7 de junio de 2010

LA FERIA DE LA LECTURA Y UN MITO RENOVADO

Hacía años que no iba a la Feria del Libro, instalada, como siempre, en el parque del Retiro, una de nuestras joyas. Hacía mucho calor, lógico, con el verano anticipado que ya sufrimos. Y había mucha gente, pero menos quizá que durante el fin de semana. Era una gozada ver casetas y casetas con miles de libros, curiosos preguntando y libreros y autores charlando amigablemente con los lectores, porque todo el que va allí es lector ya veterano, seguro, y va buscando consejo y ayuda, o, las más de las veces, una persona que también ama los libros y domina su trabajo, algo cada vez más inusual, por desgracia. Es una gran oportunidad para conseguir firmas de autores o ver caras conocidas. Por allí estaban Juan Cruz, voz amiga de la radio, José Mª Carrascal (con un aspecto estupendo, nada avejentado), Matilde Asensi, cuya firma al final no logré, y otros que no conozco o no recuerdo. Compré, sin tenerlo previsto, dos libros de Domingo Villar, de corte policiaco, porque empecé a hablar con él y me gustó su acento gallego. Me escribió dos bonitas dedicatorias: Para Yolanda, que encuentres playas tranquilas si la vida te ahoga (el libro se titula La playa de los ahogados) y Para Yolanda, que abre la ventana a las cabeciñas locas de los más jóvenes, este viaje a poniente, a la costa meiga en el libro titulado Ojos de agua. Éste ya lo he empezado y me está gustando. Este año la feria tiene como invitados a los autores nórdicos, aprovechando el enorme tirón del fallecido Larsson. Aún no he leído nada de Mankell, aunque lo compré hace meses, y Aurora boreal, de Asa Larsson, me decepcionó.
Me gusta todo lo relacionado con los libros, me encanta leer y suelo comprar todo lo que leo, así que tengo mi casa repleta y mi economía... qué más da. No pirateo nada de internet, pero presto muchos libros. Lo siento por el bolsillo de los autores, pero que un libro vaya de mano en mano me parece el mejor de los homenajes .
Ayer estaba, tras años de ausencia, Arturo Pérez-Reverte. Supongo que se hartaría de firmar ejemplares de El Asedio, que es altamente recomendable. Me habría encantado conocerle y charlar con él. Estuve hojeando su libro para niños El pequeño hoplita, muy bien ilustrado, es cierto, pero a un precio abusivo, a mi parecer: más de trece euros por poco más de cuarenta páginas. Porque ésa es otra, el precio de los libros. Dicen que han bajado las ventas, y lo lamento pero no me extraña. ¿Cuántos pueden permitirse la compra de cuantos libros consideran interesantes? Si algo he conseguido con mis actuales alumnos es que disfruten de la lectura, les encanta leer en voz alta y han leído muchos textos diferentes conmigo, no sólo libros. A veces les presto libros míos, o les compro alguno si me parecen interesante. El último ha sido Alicia en el país de las maravillas, para que noten la diferencia con la película de Tim Burton, que no me apetece ver, me parece una revisión innecesaria.
Si los libros fueran más baratos se venderían más, seguro. Cierto es que hay buenas ediciones a precios muy asequibles, pero las novedades tardan mucho en pasar al formato más económico. Y si hablamos de libros de texto ya ni os cuento, menudo abuso... Vaya negocio el de las editoriales... Algunas ya han cambiado las ediciones de los libros recién estrenados el curso pasado con la excusa de la "mochila ligera", repartir en tres partes el contenido de uno normal. Si es que no saben qué hacer para vender... Luego nos echan la culpa a los maestros del elevado gasto escolar...
Es raro encontrar un librero de verdad, alguien que entiende de libros sin necesidad de consultar en el ordenador. Las librerías de toda la vida están en retroceso, por desgracia. Ahora venden libros en los lugares más insospechados, en las gasolineras, en Media Markt, en Carrefour o similares, pero aviado vas si buscas un título fuera de las lista de los más vendidos o consejo para encontrar algo más complejo. Una pena...
En cualquier caso, disfruté mucho de la tarde bajo el calor de junio con mis colegas entre libros. Podría haber estado varias horas más. Es una actividad muy gratificante. No sé si llegaré a comprar esos artilugios electrónicos que almacenan en poco espacio toda una biblioteca, de momento no estoy por la labor. Necesito tocar el libro, olerlo, sentirlo, pasar las páginas... No aguanto largas lecturas en la pantalla. ¿Otro paso adelante? No sé, no sé...


Ayer decidí ir a ver Robin Hood, la última colaboración de Ridley Scott y Russell Crowe que ha tenido criticas muy dispares. La taquilla de momento es bastante favorable. A mí me gustó bastante, será porque a veces soy poco exigente o porque iba predispuesta para ello. Sigue el corte de Gladiator, que me gustó mucho. Es lo que ahora se llama "precuela", narra cómo Robin Hood se convirtió en la leyenda que todos conocemos y que tantas veces ha sido llevada a la pantalla. La más alabada es la versión protagonizada por Errol Flynn (esas mallas verdes tan ajustadas...), pero no es mi favorita.

Esta nueva versión es desmitificadora y alejada de las anteriores, quizá por eso me gustó. Ridley Scott conoce bien su oficio, de eso no hay duda. Las escenas de lucha y batallas son espectaculares, al margen de la credibilidad de la historia, como es habitual. Al fin y al cabo, Robin Hood es una leyenda, así que, ¿por qué no dar otra vuelta de tuerca a la figura del héroe? Robin es un arquero que lucha a las órdenes de Ricardo Corazón de León y que por caprichos del destino acaba convertido en noble. Es honesto y valiente, pero no aspira a ser líder ni nada parecido. El azar le coloca junto a un moribundo noble que le encomienda llevar su espada (el bien más preciado para un caballero) a su padre, a quien se la cogió sin permiso. Esa misma casualidad le lleva a hacerse con la corona del fallecido rey, que debe ser llevada a Inglaterra para que su madre, Leonor de Aquitania, se la entregue a su único hijo superviviente, Juan Sin Tierra, que no sale bien parado en ninguna versión.



Robin Hood ya cuenta con los amigos conocidos, como Little John, para hacer frente a su nueva situación. El padre del noble al que vio morir, Robin de Loxley, el anciano Walter, le pide que se haga pasar por su hijo para salvar la hacienda familiar, incluso como esposo de Marion, que apenas estuvo una semana con su marido antes de que partiera a las Cruzadas.
Los grandes impuestos pagados para sufragar las ruinosas Cruzadas han dejado a los ingleses arruinados y hartos. Se niegan a pagar más, no hay jóvenes para trabajar porque casi todos se fueron en busca de la gloria y los nobles están a punto de sublevarse contra el rey Juan, despótico y caprichoso. Qué pocas veces los reyes están a la altura de su cargo... Aprovechando la debilidad inglesa, el rey francés Felipe (no sé dónde leí que él y Ricardo eran enemigos en el campo de batalla y amantes en el lecho) quiere invadir Inglaterra con la ayuda de un traidor. A río revuelto...




Pero ahí está el leal William Hurt , consejero destituido por ser razonable y nada crtesano, para impedir tal desatino con la ayuda de Robin y otros como él. El Rey se compromete al principio a acatar la Carta Magna, pero después cambia de opinión y condena a Robin y los suyos a vivir en la clandestinidad: empieza la leyenda.
La siempre estupenda Cate Blanchett es una aguerrida Lady Marion que lo mismo maneja el arado que la espada, nada que ver con esas damiselas lánguidas que sólo servían de adorno para el triunfo del héroe. No es una jovencita sino una mujer madura que sabe lo que es luchar y trabajar junto a un hombre que merezca la pena. Creo que es un gran personaje, aunque la han tachado de fría y distante. Audrey Hepburn desempeñó ese papel en Robin y Marian, quizá la película más bonita sobre este tema, con sus dos protagonistas ya maduros y separados por los años y sus diferentes vidas. Son dos grandes actrices que dan carácter a la protagonista.



Esta nueva visión del mito quizá no sea la mejor, pero no es en absoluto desdeñable, a pesar de la opinión de ciertos críticos. Hay que saber entender los giros y los guiños, aunque es algo lenta en algunos pasajes. El cine actual suele pecar de grandilocuencia y de efectos fáciles. Abusa de tramposos movimientos de cámara, pero el resultado esta vez es bastante notable a mi modo de ver, nada especializado, como sabéis. Me suelo guiar por mis emociones, y ayer lo pasé francamente bien en las casi dos horas y media de proyección. Comprendo que no todos compartan mi opinión, para eso está la múltiple oferta cinematográfica, para dar gusto a una gran diversidad de público.
Feliz semana a todos.