sábado, 16 de mayo de 2009

Esta semana me tocaba cine palomitero. Ya no ponen La vergüenza, tendré que esperar a verla en DVD, así que caí en la tentación de ver la continuación de El Código DaVinci, que era bastante pesada. El libro era bastante malo, desde luego, pero, inexplicablemente, se convirtió en un gran éxito de ventas. La oposición de la Iglesia le hizo un gran favor. Ángeles y demonios, también un best-seller, ha corrido mejor suerte en el cine. Es bastante larga pero muy entretenida. Eso sí, si no buscas credibilidad y te limitas a disfrutar de un buen espectáculo visual y de una trama entre lo policiaco y lo religioso, porque no soporta un análisis mínimamente riguroso. Se lo han currado con los escenarios (todo reproducciones, el Vaticano no deja rodar allí) y los actores están bastante bien en general. No leí el libro porque no quería más de lo mismo, pero como producto de entretenimiento cumple a la perfección. Hay derroche de medios, incluido un salto en paracaídas sobre la plaza de San Pedro. Todo increíble, claro, pero te lo tragas con total naturalidad porque de eso se trata, de entretener. Si quieres pensar sobre la Iglesia hay otros métodos y otras películas: Escarlata y Negro, Las sandalias del pescador, Amén... Todos conocemos su poder, sus tesoros y sus métodos, así que ponerse a contar una historia haciendo elucubraciones sobre todo ello no parece muy difícil. Las pistas se fabrican a voluntad porque cada cual las interpreta a su manera, es lo bueno de la imaginación. La Historia Sagrada, las vidas de santos, la abundante imaginería, los ritos, los símbolos, todo proporciona ingente material para crear mil historias. Lo de menos es la Fe, según yo lo veo. Nunca he entendido cómo puede tener millones de seguidores, supongo que porque todos necesitamos creer en algo y si nos ofrecen una respuesta plausible o una esperanza no necesitamos más. Yo sí lo necesito, por eso no quiero nada con esta religión que me impusieron y que tantos destrozos me causó. Pero ésa es otra historia.
Siempre me ha gustado Tom Hanks, me parece que conoce bien su oficio y además no va de ídolo. Se le ve cómodo en su papel. Al estilo de un súper agente, tiene que salvar a cuatro cadenales y evitar la detonación de una bomba de antimateria, nada menos. Sigue las pistas concienzudamente y corre por iglesias y subterráneos en busca de los dichosos Illuminati (¿son también una invención? No lo he buscado). Ewan McGregor está cuanto menos curioso con sotana, cumple muy bien con su papel de camarlengo. Su personaje es el más complejo, como sabréis ya los que habéis leído el libro. Como curiosidad, sale Thure Lindhardt, que no os sonará pero estaba estupendo en Flame y Citron, que vi hace unos meses. La chica, Ayelet Zurer, cumple y poco más. Creo que faltan más toques de humor, pero el plazo se agota y no hay tiempo para chistes.
Conocemos de antemano muchos detalles relacionados con el Papa: no hay autopsia ni siquiera en caso de muerte dudosa (ya nos lo contaron en El Padrino con mucho más encanto), los cardenales se reúnen en la Capilla Sixtina a puerta cerrada para elegir a su sucesor, el público congregado en la Plaza de San Pedro espera anhelante la fumata blanca... Ritos y más ritos, pero en el fondo es más de lo mismo, común a todas las sociedades: la lucha por el poder no conoce fronteras, y de eso la Iglesia católica sabe un rato. Poder material, desde luego, porque atesora incalculables riquezas, y poder espiritual porque tiene jurisdicción, consentida o no, sobre millones de almas. Se permite el lujo de opinar sobre leyes civiles y de intervenir en las decisiones de una mayoría legítima si no coinciden con sus intereses. Pretende gobernarnos a todos con "sus" normas como si no hubiera más bondad y justicia fuera de ellas. Quiere convertirnos en pecadores dignos de arder en el infierno a los partidarios del aborto (o simplemente por no oponernos), el divorcio o la investigación con células madre. A la fuerza tiene que ser enemiga de la ciencia, no es que hablen distinto lenguaje, es que son radicalmente diferentes.
Hablando de algo totalmente distinto, he empezado a leer Déjame entrar, que me está gustando. Ya os contaré en qué se diferencia de la película, que por lo que veo tiene numerosos admiradores.
Feliz semana a todos.

10 comentarios:

Miguel dijo...

Leí el "Código Da Vinci" y vi la película. Mi mujer y mi hija leyeron "Ángeles y Demonios" y me animaron a leerla. Pero no la leí. Según me contaron era un poco más de lo mismo, por lo tanto, el libro está allí en la estantería y no lo voy a leer. Y la película, como mucho, la veré cuando la pasen por la tele. Ya estoy un poco harto de todas las elucubraciones sobre la iglesia católica. Que si tiene poder, que si siempre lo ha tenido, que si confabulaciones, no sé, me cansa un poco. Es que yo para estos temas soy muy práctico. Refiriéndome a la religión digo que si quieres lo tomas y si no, lo dejas. Pero lo dejas del todo. Y no te pones a señalar con el dedo a la iglesia católica como el origen de todo mal, y el principal causante de todos los desmanes que tienen lugar en esta sociedad nuestra.

Un abrazo, colega.

Sarashina dijo...

Dices una cosa curiosa: "una respuesta plausible". Curiosa, porque la respuesta religiosa no es plausible, en el sentido de que no es racional ni científica. Es simplemente que te lo creas o no, que quieras creerlo o no. Yo particularmente tengo serias dificultades para creérmelo, quizás porque no tengo suficiente miedo.
No leí el Código, porque habiendo cosas más interesantes, como no sea algo muy bien traído, no le concedo tiempo. Tampoco vi la película, pero hoy he visto los carteles desde el coche y he pensado lo mismo que tú dices: que tenía que ser espectacular. Lo mismo le echo un rato de esta semana.

Sarashina dijo...

Miguel, de todos los males de esta sociedad no se le puede culpar, pero sí de unos cuantos, sobre todo por herencia histórica. Menudas se las han gastado.

Joselu dijo...

Esta vez no has logrado despertar mis deseos de salir corriendo hacia el cine. Este tipo de películas no me interesa para nada. He leído los dos libros de Dan Brown y ya tengo bastante. Sin embargo, he leído críticas demoledoras contra El Anticristo de Lars Von Trier y me han despertado mi instinto cinematográfico a pesar del carácter sádico de muchas de sus escenas. He leído que esta película es el resultado de una depresión y esa circunstancia siempre me atrae y motiva. Cuando la pongan creo que iré a verla, sin mi mujer, a la que creo que le horrorizaría. Un abrazo, colega.

Juliiiii dijo...

Lo primero, muchas gracias por tu comentario y por compartir tus experiencias excursioneriles. He estado buscando tu crítica de El lector, pero sólo he llegado hasta la peli (que no he visto, por cierto).

Sobre esta peli en cuestión, aunque soy contrario a los best-sellers, leí El código y le sobraba la mitad del libro. Si encima esta la antecede y es aún peor, ni lo he dudado: ni la he visto ni la veré (a no ser que pase algo, claro...). Lo peor es que la iglesia tontamente le cede una publicidad que le da mayor eco, pero allá ellos...

¡Saludos!

Yolanda dijo...

Miguel, es cierto todo lo que dices. Hablando tanto de la iglesia se le da más poder. Me fastidia que tenga tanto, no es justo ni lógico, pero así está organizado el mundo. Me subleva la injusticia y ellos las cometen a mansalva.
En cuanto a los libros y películas mencionados, qué quieres que te diga, hay que tomárselos como un puro divertimento sin más preocupaciones. A veces es incluso saludable ver tontadas, relaja mucho.
Un saludo, colega.

Yolanda dijo...

Clares, yo perdí la fe hace años por razones complejas que no vienen al caso. Entiendo a los que creen porque yo pasé por ello, pero ahora no puedo justificar todas las atrocidades e injusticias de las que son capaces. Mira los casos de pedofilia, abusos, torturas... que rodean a las sotanas. Qué asco... Conozco bellísimas personas que son creyentes, pero también lo son los mayores canallas, así que no añade nada sustancial a nadie, pienso yo.
Las ficciones sobre este tema son eso, ficciones, y como tales hay que entenderlas. Valen para pasar un rato y nada más.
Un saludo.

Yolanda dijo...

Joselu, no es ésta una película de las que recomiendo, sólo para distraerse. Tiene que haber momentos para todo. Esta vez me tocaba simplemente pasar el rato. Me parece que plantea cosas curiosas, creíbles o no, igual que una película de 007, por ejemplo: puro entretenimiento. Yo me fijé en el vestuario, los detalles, las reproducciones... Cuando quiero pensar leo o veo otras cosas.
La película que mencionas puede ser interesante. Me basta con que sea "distinta", a veces no soporto la rutina en el cine ni los estereotipos.
Un abrazo, colega.

Yolanda dijo...

Juliiiii, seguiremos hablando de excursiones, es un tema interesante. He conseguido motivar a mis alumnos para que el trabajo sobre Segovia salga lucido de verdad, se lo pasaron bomba y muchos se han currado la redacción, sobre todo la presentación, que era mi principal empeño.
Comenté "El lector" (el libro) en otro blog que también lo recomendaba, pero no recuerdo cuál, lo siento. Es lo que tiene pasearse por tantos sitios. No dejes de ver la película cuando puedas.
Nada que ver con estas adaptaciones de las "novelas" de Dan Brown, aunque hayan tenido tanta fortuna. Son un simple entretenimiento, pero a todo se le puede buscar otra explicación. Luego cada uno decide qué se cree y qué no.
Buen fin de curso, a pesar de los papeleos estúpidos. Yo ahora estoy ultimando la memoria porque soy la coordinadora, menuda pérdida de tiempo...
Un saudo, colega.

Joselu dijo...

He creado un wiki para hacerle un homenaje a Mario Benedetti. Me encantaría que te unieras y participaras poniendo tu voz a alguno de sus poemas. Está en HOMENAJE A MARIO BENEDETTI. Un abrazo. Por la poesía.