domingo, 30 de mayo de 2010

DE MONET A BENICÁSSIM

Tengo tantas cosas que contar hoy... A ver cómo cuento lo justo para no cansar a mis lectores, aunque resumir no es precisamente mi fuerte.

El viernes 21 fi con dos amigas a ver la exposición sobre Monet y la abstracción que ha terminado hoy en el Museo Thyssen. Era bonita, pero me decepcionó un poco, como a mis amigas. Aprovechando el gancho de Monet estaban otras obras de pintores abstractos, como Rothko, por ejemplo, y he de reconocer que ese tipo de pintura me dice más bien poco porque mi información sobre ella es bastante escasa. Me gustan algunos cuadros por el colorido, más que nada, pero no suelo ver por ningún sitio las figuras que supuestamente dan nombre a los lienzos. Paleta que es una, qué le vamos a hacer.

Había muchos cuadros muy parecidos, los famosos de nenúfares o de los tulipanes del jardín de Giverny, pero ni rastro de las catedrales u otros motivos. Una pena. Colorido no faltaba, eso sí. Nos pareció una muestra más bien escasa, aunque bonita en su diversidad. Siempre es agradable ver cosas bellas. Me habría encantado comprar el catálogo, que era estupendo, como su precio, pero me pareció un abuso. Es lo malo de las tiendas de los museos, el que sea: los artículos a la venta son muy tentadores y de buena calidad, pero muy caros. Lástima...


Curiosamente, hace unos días me enviaron un power point precioso con imágenes de Monet y su jardín. Eso sí merece la pena verlo.
Tras la visita cultural, una cañita en una terraza (hacía una tarde primaveral de lujo) hasta que nos encontramos con el resto de los colegas que habíamos quedado para despedir a nuestra entrañable Dana, una maravillosa americana, dulce, inteligente, competente y guapa que tras tres años entre nosotros vuelve por un tiempo a su USA natal, aunque regresará dentro de un tiempo. Bocata de calamares, cañas, croquetas, sidra, pulpo... de todo un poco entre risas y muy buen ambiente. Cuando nos sentamos en un bar precioso entregamos varios obsequios a nuestra querida Dana y leímos entre todos un Brindis que llevaba yo preparado, cogido de aquí y de allá con algunas aportaciones mías. Yo tomé una caipirinha, qué rica... Total, que acabamos a las tantas. Lo pasamos genial.



Y el lunes 24, ¡a Benicássim! Salimos a las ocho con treinta y cuatro chavales impacientes y nerviosos y cuatro monitores que nos iban a acompañar a todas horas hasta la vuelta. Ya he hecho no sé cuántos viajes de este tipo, creo que ocho, y éste ha sido el más redondo en cuanto a organización y resultados. Mi colega Mar y yo (aquí nos veis preparadas para las actividades náuticas, yo soy la que está de pie, madre mía qué pintas...) no tuvimos que hacer nada. El viaje no fue nada cansado, hicimos una parada reglamentaria y los chavales aguantaron muy bien, porque lo normal es que se pongan muy pesados, ya sabéis: ¿Falta mucho? ¡Tengo sed! ¿Cuándo llegamos? ¿Dónde está el hotel?




El hotel era estupendo. Estaba lleno de jubilados, qué cantidad de gente, pero no hubo ningún problema porque había espacio para todos. El buffet, variado y de calidad. Hemos comido de lujo. Los niños se han portado muy bien, nos felicitaron por ello los responsables del hotel. Cierto que son buenos chicos, no más inquietos de lo normal, pero el verdadero mérito era de los monitores, que los organizaron desde el principio en tres grupos, cada uno con un monitor, más la coordinadora, una eficacísima Patricia joven y animosa. Tenían un repertorio inagotable de canciones, juegos, actividades... Los chavales no han estado ni un momento ociosos. Los tiempos muertos en estos viajes son los que dan problemas. Controlaban los móviles, las habitaciones, la comida, con una dedicación absoluta y una manera de dirigirse a los niños que les hizo ganarse su respeto y su cariño desde el primer momento. Estaban encantados, aunque alguno se quejó de "demasiado control" y "falta de intimidad". Participaron en todo de buena gana y saciaron sus deseos de disfrute con creces.

El martes fuimos a hacer las actividades náuticas: piragüismo, windsurf y catamarán. No hacía apenas viento y los catamaranes (yo subí en uno por primera vez en mi vida) navegaban muy despacio. Qué tendrá el mar que gusta tanto... A los niños les encanta la playa, jugar con la arena, bañarse, y eso que el agua estaba bastante fría, lógico en estas fechas.



El miércoles fuimos a Valencia, a ver el Museo de las Artes y las Ciencias. Para mí era la tercera visita, y he de reconocer que me encanta. Dicen que es el mayor acuario de Europa. Es fabuloso, desde luego.
La exhibición de los delfines siempre resulta atractiva, es una apuesta segura. Eligieron, oh casualidad, a dos de nuestros alumnos para colaborar en la función, algo que nunca olvidarán. Para ellos fue todo un premio.
Luego vimos las distintas zonas, desde los polos hasta los trópicos, todo muy bien explicado. El mar y sus moradores siempre resulta fascinante, como ya os conté en mi entrada sobre Océanos. Me gustaría poder leer algún día con detenimiento todos los paneles informativos, pero yendo con críos es imposible. Si alguien no lo ha visto todavía se lo recomiendo muy de veras.

Tras la comida al aire libre fuimos a ver el museo. Se necesitan varias horas para aprovecharlo como es debido. Tiene actividades y contenidos francamente interesantes.
Después fuimos al Hemisféric, para la proyección de la película Viaje mágico a África, que resultó decepcionante, la verdad. La ponen también en cines, pero no creo que tenga mucho éxito. Una pena. Muchos se durmieron...

El jueves repetimos las actividades náuticas, esta vez con un viento considerable que parecía presagiar tormenta. Volví a montar en catamarán, y me lo pasé en grande. ¡Aquello volaba sobre el mar! Íbamos a toda vela, empapados por las olas, gritando de júbilo y emoción. Parecíamos intrépidos navegantes, novatos asombrados en medio de unas aguas cada vez más bravas. ¡Fue estupendo! Los niños temblaban de frío, pero yo no, para mi propio asombro. Podíamos haber seguido más tiempo, pero ya no aguantaban más, lástima.
Una niña sufrió el único percance de todo el viaje: al llegar a la playa, un golpe de viento hizo golpear un palo sobre su cabeza y le causó una brecha que hubo de ser cosida con ocho grapas en el cercano Centro de Salud. Nada importante. Avisamos a la madre y mi colega se fue con ella al hotel para que descansara.

Por la noche tuvimos discoteca con baile y juegos. Cómo se arreglaron los niños, qué graciosos y qué guapos estaban... Algunas niñas incluso se pintaron los ojos con una maestría que ya quisiera yo... El caso era tenerles siempre en danza y entretenidos, y para eso los monitores se las pintaban como nadie.
Leyeron una vez más las notas introducidas en el Buzón de la Amistad, actividad que ya conoceréis, aquí rebautizada como Señales de Humo en una vistosa caja verde con plumas y todo porque cada grupo tenía el nombre de una tribu india: arapahoes, kawalasakis y cherokees. Algunos tenían muchas cartas, otros ninguna. Yo escribí unas cuantas y también recibí varias. La más curiosa decía: " Que sepáis que Yolanda también sabe divertirse (por lo del catamarán)". Todo con buen humor y pena por ser la última noche.


Habían preparado unas divertidas actuaciones muy imaginativas para demostrar sus dotes artísticas, algo que ya había quedado patente en la Semana Cultural, como os conté. A estas edades les encanta participar en todo lo que suponga novedad. A veces hay que empujarles un poco, pero normalmente están deseando disfrazarse, bailar y actuar.


Y el último día tocaba evaluacion del viaje, entrega de diplomas y baño en la piscina como despedida. Yo me di un último paseo por la playa, hacía un día fantástico.
Y emprendimos la vuelta tras la comida. Iban entretenidos con las películas que les ponían. No hubo problemas. Llovió varias veces, eso sí, incluso granizó de lo lindo.Esta vez no tenían muchas ganas de llegar. Se lo habían pasado en grande y la vuelta el colegio no les apetecía nada. A la llegada hablamos con algunos padres, no con todos. Ya debería estar acostumbrada, pero me parece una falta de cortesía no dar siquiera las gracias a las personas que han atendido a los niños durante cinco días con sus noches. Hay muchos padres que cogen la maleta y al niño y se van sin decir ni adiós. Qué le vamos a hacer... Dicen que de bien nacido es ser agradecido, pero hay muchos que ni saludan. De pena.



Aunque todo ha salido de fábula esta vez, he de reconocer que tienen razón los que se niegan a hacer este tipo de viajes, especialmente con adolescentes, mucho más problemáticos. Dicen "que vayan con sus padres", pero no es lo mismo, ni mucho menos. Entre los niños se establecen unas relaciones diferentes, especiales, que no tienen cabida en el colegio. A los profes nos ven también en otro ambiente, en otras situaciones, remando con ellos, mojándonos lo mismo, riéndonos, sin la tensión de las clases. Yo he entrado con ellos en cuevas, he hecho largas marchas, me he tirado por tirolinas, he atravesado puentes tibetanos... Esta vez ha sido diferente, más descansada por la gran labor de los monitores, que dejaron bien claras las normas el primer día y las hiceron cumplr a rajatabla. Quien crea que estos viajes son una anarquía están muy equivocados. Claro que depende mucho de la organización, y para eso no vale cualquier agencia, las hay pésimas, desde luego. Son una experiencia inolvidable y suponen otra forma de aprender. ¿Repetiré? Quién sabe... Depende de las fuerzas que tenga dentro de un par de años, cuando vuelva a ser tutora de 6º.


A pesar de haber ido a visitar a mi hermana (se recupera muy despacio, tiene anemia y la tensión baja y se encuentra muy cansada y desanimada a ratos) y corregido no pocos controles he tenido tiempo de ir al cine. He visto Two lovers, con un magnífico Joaquin Phoenix y una no menos estupenda Gwyneth Paltrow (mira que tiene un nombre difícil esta chica...) Isabella Rossellini hace de madre preocupada pero comprensiva con tal de que su hijo sea feliz. Es una historia de amor a tres bandas, nada romántica si ello es sinónimo de blandura y yupi-yupi, al contrario, son seres que sufren y se agarran al amor como tabla de salvación. Me gustaría poder comentarla con alguien que la haya visto. Os la recomiendo.

Buf, ya está bien... Feliz semana a todos.


















12 comentarios:

Novicia Dalila dijo...

A mí me encanta Monet y toda esta escuela, a pesar de mi ignorancia sobre el tema, porque reconozco que soy una inculta artísticamente hablando y funciono más bien por "me gusta - no me gusta"... Me rijo más por lo que me hacen sentir las obras cuando las contemplo, sobre todo la primera impresión, aparte de que soy incapaz de reconocer las características de cada escuela.... Lo mío debe ser amor a primera vista para que me pare un poco más....
El viaje... ¡¡¡fantástico, Yolanda¡¡¡. Que envidia me ha dado leer vuestro periplo. Verdad que has cargado las pilas para la recta final??? :D:D:D

Un beso muy fuerte y feliz semana

Joselu dijo...

El texto -largo- se lee con facilidad y resulta ameno. En él se abordan varios temas interesantes y en todas las situaciones que explicas se evidencia tu entusiasmo y tu pasión por las cosas, por tu profesión y tus alumnos, por el cine... Yo fui hace unos años varias veces a Canarias con alumnos de tercero de BUP y guardo de aquellos viajes un recuerdo entrañable. Es cierto que aparecen facetas desconocidas en las clases en esos días de libertad controlada. Una buena organización es esencial para que se tenga la sensación de haber aprovechado bien el tiempo evitando esos tiempos muertos en que no se sabe qué hacer. Seguro que esos muchachos guardarán un nítido recuerdo de esos días pasados con vosotros, nítido y feliz.

Por fin te veo en una foto. Creo que es la primera vez que publicas una. Es curioso eso de poner un rostro a una voz que te resulta familiar y amiga. He conocido a algún bloguero en un pase de diapositivas y su aspecto físico me sorprendió pues no me lo esperaba así. Cuando uno lee, inconscientemente se hace una idea física de la persona que escribe, no se sabe por qué. Quizás se deba a la necesidad de atribuir un rostro a las palabras. En mi caso, cuando te leía en alguna manera te relacionaba con la protagonista de Historia de una maestra de Josefina Aldecoa, cuya fisonomía tampoco conocía, pero de alguna manera os relacionaba. Misterios de la comunicación y de la imaginación. Pero en realidad eres todavía más interesante y luminosa.

Hace ya varias semana que no voy al cine, salvo una película francesa que vimos con mis hijas Le petit Nicholas.

Echo en falta en las salas de cine, alguna dedicada al cine de reestreno, buenas películas que ya no son de riguroso estreno, cine que no has tenido ocasión de ver y que ya sólo puedes aspirar a ver en DVD si se edita, y además muy caro. Pienso que si unos multicines tienen 18 salas, una podía estar dedicada al cine de repertorio y clásico. Los amantes del cine de calidad no tienen opción de escoger otra forma de ver cine fuera del frenético y efímero estreno. Además el alquiler de estas películas sería mucho más barato.

Buena semana, colega. Espero que tu hermana siga en la senda de la recuperación. Ayer hice una caminata de 56 kilómetros por la noche y todavía estoy dolorido.

Fernando Manero dijo...

Los alumnos nunca olvidarán esas experiencias. Las tuve como estudiante y después, en infinidad de ocasiones, como docente. Siempre dejan huella en la memoria y sirven de mucho para el proceso de formación. Conocer lo que no es habitual, sumergirse en espacios novedosos, descubrir lo diferente resulta siempre gratificante e ilustrativo de lo que el mundo puede ofrecer. Por eso, ánimo. Y, aunque, a veces, llegue la fatiga, siempre el ánimo se sobrepondrá al riesgo. Confieso, sin embargo, que admiro a Monet, admiro a los impresionantes, al arte que aflora sensaciones de color que modelan la realidad permaneciendo fiel a ella. Te felicito por tu vitalidad.

Miguel dijo...

¡Hola Yolanda! por lo que cuentas todo salió a pedir de boca... Yo, ya te dije, estuve toda la semana (por las tardes) con el ajetreo del traslado. Ahora ya estoy en el apartamento. Veo que fuisteis a la escuela de vela. Y me alegro de que lo pasarais bien. Espero que os gustara todo esto, a mí me encanta. Me alegro de que la experiencia haya sido positiva. Tal vez en verano se lo hibieran pasado mejor, lo digo porque el mar no está tan frío como en estos días, y hubieran podido tomar el baño. Me das un poco de envidia porque yo, ¡fíjate! siendo hijo de marinero como soy, jamás he subido en un catamarán...
Bueno, y ahora, a preparar el fin de curso, yo ya estoy ultimando las notas. Más vale empezar ya porque si no luego se te echa la faena encima.

Un beso.

Lola dijo...

Esta mañana tenia en mi correo el P.P de Monet y me he quedado de piedra cuando he abierto tu blog.
Buen resúmen de un montón de cosas que te han llenado la vida. He visto tu foto y me gustas. Yo si he ido en catamarán y es estupendo y la ciudad de las ciencias, los delfines....... que bien Yolanda que todo haya ido tan bien.
Te mando un beso y deseo ver con salud a tu hermana. Lola

Yolanda dijo...

Novi, yo también me guío por mi gusto más que por mis conocimientos o la razón para decidir si algo me hace disfrutar o no. Con la pintura abstracta ha de ser así, cada uno interpreta lo que ve. Monet es fantástico de cualquier manera. Tiene un colorido que levanta el ánimo y dan ganas de vestirse con sus cuadros.
Menos mal que el viaje fue perfecto, yo iba con bastante miedo. Me ha servido para cambiar de aires unos días, pero me queda lo peor. Ni te imaginas el papeleo que me espera... Un rollo de cuidado... En fin...
Un beso.

Yolanda dijo...

Joselu, los viajes con chavales son cansados y laboriosos, aunque todo salga bien, como en este caso. Creo que éste ha sido el número once para mí, si no he contado mal, y cada uno ha tenido sus particularidades. Yendo con esta organización hay una diferencia abismal con respecto a otros, en la mayoría no parábamos y las noches eran terribles. Los chavales lo recordarán siempre, de eso estoy segura, y lo hacemos por ellos, no sé hasta cuándo. En el colegio de una colega han ido cuatro días a Cazorla sólo con monitores, ni padres ni profes, y no lo entiendo, la verdad.
Antes me encantaba hacerme fotos, pero desde que me veo tan gorda porque lo estoy) no me gusta nada. Fíjate, cuanto mejor me siento por dentro menos me cuido físicamente, y debería ser al contrario, no sé por qué me he abandonado tanto. es que en realidad soy muy vaga...
Así que mil gracias por verme "interesante y luminosa". Es cierto que disfruto mucho con todo lo que hago y pongo bastante pasión en casi todo, quizá demasiada, por eso me pasa lo que me pasa.
Comparto lo que dices sobre el cine. Antes las películas duraban meses en cartel, ahora las quitan a las dos o tres semanas. Hay un exceso de producción y de demanda. Yo iría a ver películas antiguas si las pusieran, como aquellas antiguas sesiones dobles de reestreno. Ahora las dan por televisión y santas pascuas. Los del sector se quejan de lo que dejan de ganar por la piratería y otras cuestiones, pero les ha perdido la ambición, como a tantos otros, y han casi matado la gallina de los huevos de oro. Una entrada cuesta demasiado, digan lo que digan. Es la pescadilla que se muerde la cola, y así nos va.
Un fuerte abrazo, colega.

Yolanda dijo...

Fernando, los viajes con chavales son recomendables si están bien organizados y si estás dispuesto a asumir ciertos riesgos. Entiendo a quienes no quieren ir. Yo lo veo de otra manera. Cuando era estudiante no se hacían estas cosas y tuve que esperar a ser bastante mayor para hacer senderismo, piragüismo, tirolina, espeleología... No soy ninguna experta, desde luego, pero participo siempre que puedo. Lo que no viví de niña lo estoy viviendo ahora desde el otro lado, por eso creo que a veces disfruto más que mis alumnos.
Monet es fantástico. Si quieres te envío el pps con sus obras. Aquí hubo una exposición más completa sobre los impresionistas que acabó hace poco, pero me la perdí, tonta de mí.
Un abrazo.

Yolanda dijo...

Miguel, siento mucho no haber podido conocerte estando tan cerca, qué pena... Aquello es realmente bonito, tú que puedes aprovecha para hace alguna actividad acuática, en verano será mejor.
Yo también estoy ya con las notas finales, qué horror de papeleo... Voy a intentar salvar a unos cuantos, otros suspenderán e incluso repetirán sin remedio, no han servido de nada los muchos avisos que les he dado. En fin, he hecho loque he podido, como todos.
Un abrazo, colega.

Yolanda dijo...

Joven, gracias por tu visita. Me pasaré por tu blog.
Un saludo.

Yolanda dijo...

Lola, Monet es una maravilla, aunque la exposición no era demasiado completa, lástima.
El museo de Valencia es altamente recomendable, y el viaje salió perfecto, así que no se puede pedir más. Y es verdad que muchas cosas llenan mi vida y las disfruto todas, por eso mis escritos son tan largos. Debería cambiar de estilo...
Un beso.

Cabopá dijo...

Menudos cinco días bien aprovechados...Me alegro que lo hayas pasado bien...
Se te ve magnifica en esa foto que nos muestras...
Eres una maestra feliz que tiene tiempo para todo,arte,cine,cañas,caipiriñas...
Tomo nota como siempre de tus sugerencias cinematográficas....
Besicos.