domingo, 16 de enero de 2011

BUEN CINE, POR FIN

Empiezo el nuevo año con diferentes contratiempos: mi hermana está nuevamente ingresada (y van...), sin diagnóstico claro todavía, el ordenador hizo "puf" y ya me temía lo peor, pero me lo han arreglado en pocos días y por un precio más que razonable y, finalmente, mi tensión me ha dado un buen susto, creo que ya superado, por suerte. Soy hipertensa desde hace años y aunque me controlo, de vez en cuando algo se dispara en no sé dónde y me sube hasta límites casi peligrosos (más de 19/11, una barbaridad). En verano, por el contrario, me baja. Misterios del cuerpo. En fin, creo que ya pasó el susto y sigo con mis cuidados habituales.


Llevaba semanas sin ir al cine y la semana pasada hice doblete. Por fin pude ver La llave de Sarah, una intensa historia que demuestra lo unidos que están el pasado y el presente de la manera más insospechada. En plena Guerra Mundial, en París tuvo lugar unos de los episodios más oscuros de su historia: la policía francesa detuvo a miles de judíos y los encerró en un velódromo en condiciones infrahumanas, con un calor insoportable, sin asistencia, ni siquiera agua. Allá va a parar Sarah con sus padres. Ha dejado a su hermano pequeño encerrado en un armario con la promesa de volver a buscarle tan pronto como le sea posible. Su obsesión es escaparse y volver a por él. Consigue escaparse del campo de concentración y tras ser recogida por un buen matrimonio vuelve a París. Y hasta ahí puedo contar, evidentemente.


Paralelamente se cuenta la historia de Julia, una periodista estadounidense casada con un francés (estupenda Kristin Scott Thomas, como siempre) que vive un momento agridulce: contra todo pronóstico, está embarazada, pero su marido no desea tener el bebé por intereses personales y profesionales. En la revista en la que trabaja le encargan un reportaje sobre el suceso con el que se inicia la película y su exhaustiva investigación la lleva por caminos insospechados hasta dar con la figura de Sarah, su vida, su hijo, su huida a Estados Unidos... Sus historias se entrecruzan en un irónico giro del destino: el piso que su marido recibe de su abuela es el de los padres de Sarah.
La película muestra los dos relatos en paralelo, sin confusión alguna, y mantiene la tensión hasta el final. Todo acaba encajando como en un puzzle perfecto: Julia soluciona su problema tras resolver el misterio que encerraba Sarah, cuyo hijo vive en Italia sin saber la verdad sobre su madre. Al final todo tiene respuesta, aunque sea dolorosa.
Me encantó, de verdad. Me sentí tan cerca de Sarah huyendo campo a través, sola, perdida, en busca de una salida para ir a liberar a su hermano. Y entendí a Julia, enfrentada a una difícil decisión: para salvar su matrimonio debe abortar. Hay sufrimiento y dolor, pero también esperanza e incluso felicidad. Los personajes son creíbles, resultan cercanos, casi se pueden tocar. A lo mejor soy muy impresionable, no sé, pero salí impactada, de verdad, y también satisfecha por haber visto una buena película. Os la recomiendo, por supuesto.



El discurso del Rey es una muestra más del buen hacer del cine británico. Miman hasta el más mínimo detalle de ambientación y vestuario, y qué decir de los actores: Colin Firth seguramente se llevará el Óscar, con total merecimiento (me encantaría verla en versión original), dando vida a Jorge VI, padre de Isabel II, al igual que Geoffrey Rush, fabuloso encarnando a un logopeda nada ortodoxo (en realidad no es un médico, sino un actor con excepcionales dotes terapeutas) y Helena Bonham Carter es la perfecta futura Reina Madre, mujer de gran carácter y decisión que apoya a su marido en todo momento y que resulta decisiva para que supere su terrible problema. Ya conocéis la historia: Jorge VI no estaba destinado a ser Rey. Lo fue su hermano, Eduardo VIII, pero brevemente, pues prefirió la vida tranquila y lujosa junto a Wallis Simpson a desempeñar su "oficio" de Rey en momentos tan delicados. La verdad es que los dos salen bastante malparados en la película, pero tengo entendido que es lo más cercano a la realidad.




El pobre Bertie, inteligente y responsable, arrastra desde los cuatro años un defecto inaceptable en alguien que debe hablar frecuentemente en público: es tartamudo, y ningún médico ha sabido ayudarle. Sufres con él al verle enfrentado a un micrófono, sabiendo que miles de personas esperan sus palabras y no puede pronunciarlas, siente pánico ante su auditorio, la sola visión del texto le provoca una angustia indescriptible.


Así las cosas, su esposa, testaruda y decidida, encuentra a Lionel Logue, un especialista en Shakespeare que tiene dotes impagables como consejero y psiquiatra sin serlo. Sus métodos resultan rompedores y extraños (a los maestros nos encantan estos tipos que consiguen grandes resultados saltándose el guion) y es el hombre que Bertie necesitaba: cercano, hábil, humano, entregado. Entre ambos nace una amistad que durará hasta el fin de sus días. Qué escenas tan bonitas protagonizan ambos, unas divertidas, otras irónicas, otras tiernas. Lionel trata al hombre obligado a ser rey con un problema que parece insalvable. Profundiza en su personalidad, averigua de dónde le viene la tartamudez (era un zurdo contrariado, entre otras cosas), le ayuda a desahogarse (esa escena de los tacos...), se convierte en su consejero y amigo. Y Bertie aprende a hablar en público, no sin gran esfuerzo.
Más allá de la base histórica, sean ciertos o no todos los detalles (podrían haber profundizado más en la terrible época que refleja), la película es excelente en todos los aspectos, como ya he dicho. Se fija en el hombre y no en el rey, le muestra como lo que era, una persona sensible y frágil enfrentado a un destino casi de segunda mano y debiendo superar una tartamudez que parecía incurable. Es la historia de una superación y de una amistad inquebrantable. Es preciosa, preciosa. No os la perdáis.

Y, finalmente, hoy he visto También la lluvia, de Icíar Bollaín, que ojalá se lleve el Óscar, pero me temo que tendrá poco éxito en los USA, o lo contrario, quién sabe. Aviso: no es una película cómoda de ver. A poco que te metas en la historia, te revuelves en la butaca sin remedio. Es cine dentro del cine para establecer un paralelismo entre la conquista de América hace cinco siglos y la situación de Bolivia en 2000, con la Guerra del Agua como telón de fondo, una insurrección popular surgida por la privatización del agua a manos americanas (cómo no...) con el beneplácito del Gobierno de turno, aferrado al poder, corrupto e injusto. Tan injusto que incluso prohibía a los indígenas recoger el agua de lluvia, de ahí el título. Colón y demás conquistaron a sangre y fuego para apropiarse del oro que necesitaban las arcas reales, siempre metidas en guerras y endeudadas hasta las cejas (¿es que no salimos nunca del agujero, cielo santo?) y ahora, cientos de años después, esos pueblos siguen soportando miseria, injusticia y saqueos para que otros vivamos calientes y felices sin preguntarnos de dónde viene ese bienestar.



El rodaje de una película sobre la llegada de Colón sirve para mostrar esas imágenes que muchos negarán: torturas, asesinatos, robos... todo en nombre de la sagrada Fe católica y el poder de Isabel y Fernando. América fue el escenario de terribles sucesos que quizá no lleguen a conocerse en su totalidad. Algunos se muestran en la película, y cabe suponer que fueron una mínima parte de la realidad. Los indígenas ni siquiera tenían alma para los conquistadores, que en una mano llevaban la cruz y en la otra la espada. Fueron sometidos sin su consentimiento y aún hoy arrastran las consecuencias de todo aquello. Sé que el tema es controvertido y largo, pero es bueno sacarlo a relucir de vez en cuando, por si se nos olvida quiénes somos y de dónde venimos. Los indígenas dan continuas lecciones de dignidad, entonces y ahora. Son pobres, pero no tontos ni sumisos, al contrario, defienden hasta la muerte lo que es legítimamente suyo. Humildes y orgullosos a un tiempo, no se dejan pisotear ni avasallar. No quieren caridad, sino vivir de su trabajo libre y dignamente.




Los actores, en su doble papel de ahora y del pasado en la película que están filmando, muestran luces y sombras, dudas, incertidumbre. Por un lado se sienten identificados con la lucha de los bolivianos (unos más que otros) pero por otro temen por su seguridad y no quieren arriesgarse a quedarse atrapados sin salida en una guerra que no es la suya.
Luis Tosar (qué grande es este hombre, siempre está bien, aquí tan distinto del Malamadre de Celda 211) es el productor que debe defender el presupuesto, la pasta, aunque al final es el que más se involucra en la lucha de los indígenas; Gael García Bernal es el director, sobrepasado por las circunstancias aunque empezó con gran entusiasmo su proyecto; Juan Carlos Aduviri es el boliviano que en la película y en la vida real es el cabecilla de la revuelta, el que arrastra a los suyos para defender sus derechos, negándose a ser pisoteado. No es un actor profesional pero nadie podría encarnarlo mejor.

Es una película emotiva, grandiosa, muy bien interpretada y planteada. Me quedo con ganas de saber más sobre aquella época oscura que durante años nos han contado con gran triunfalismo, pero hay material de sobra para investigar. He de leer el discurso de Antonio Montesinos, el fraile que denunció todo aquel horror, más que Bartolomé de las Casas. No sé qué parte de responsabilidad tengo. Yo no nací en el siglo XV, pero, ¿soy inocente? ¿No tengo nada que ver con lo que sucede a miles de kilómetros como consecuencia de una conquista nefasta, avariciosa y sangrienta? Demasiadas preguntas... Si uno de los propósitos del cine es plantear preguntas y despertar conciencias, en este caso lo ha conseguido. No dejéis de verla.
Cada una de estas películas merece una entrada por sí sola, así que me he extendido demasiado. Espero no haberos cansado y hacedme caso: id a verlas. No os arrepentiréis.




































16 comentarios:

Lola dijo...

Que contenta me he puesto al ver que has empezado a mandarnos tus críticas de las pelis que ves!!
Espero que tu hermana esté mejor.
Ire a ver las tres películas y creo que mañana empiezo por Sara.Te mando un fuerte abrazo Lola

Joselu dijo...

De las tres películas que reseñas sólo he visto También la lluvia y me quedé con ganas de ver El discurso del rey, pero como el que enseña al protagonista es un logopeda aunque un tanto singular, quise esperar a verla con mi mujer que sí es logopeda. Ello hizo que los días que me escapaba en navidades a ver cine solo, no viera esta peli. En todo caso También la lluvia fue una tormenta emocional como bien has reflejado. Esa mezcla entre dos tiempos: el del rodaje y el de la conquista le da un nervio que no te deja estarte quieto en el asiento. También me hice las mismas reflexiones sobre la conquista que llevamos a cabo. Hay escenas durísimas como bien sabes, y uno no puede dejar de estremecerse. Y Luis Tosar está monumental. Ese momento en que debe decidir es de lo mejor de la película. La ambientación es sobresaliente y uno tiende a creer que todo aquello es real. Sentí la tensión de la guerra del agua, y me llegó la dignidad de los indios. En algún sentido esta película ha modificado mi percepción de la llamada conquista y civilización de las Américas y de la situación en Bolivia. No creo que guste a los americanos, pero sin duda es buen cine, del mejor. Me uno a ti para recomendar esta cinta nada confortable. De la otra no sabía nada pero me la apunto. Espero que lo de tu hermana vaya mejor. ¡Vaya racha! Cuídate la tensión. Lo siento por la sal. Un abrazo, colega.

Yolanda dijo...

Lola, yo también tenía ganas de ver buenas pelis y contarlas. Si vas a ver estas te gustarán, seguro.
Mi hermana sigue en el hospital, aburrida, la pobre, pero bueno...
Ya me contarás. Un beso.

Yolanda dijo...

Joselu, celebro que coincidamos una vez más al valorar "También la lluvia". Hay un extenso reportaje sobre ella en al revista "La gran ilusión", que reparten en los Renoir. Si te interesa podría mandártelo. La web oficial está bastante bien si te gustan los entresijos del rodaje y demás detalles. Me quedo con ganas de saber más sobre este episodio tan oscuro de nuestra historia, terrible y esclarecedor. Y me parece estupendo que se filmen películas así, nada complacientes ni blandas, le den premios o no. Al fin y al cabo, ¿quién se acuerda de los del año pasado? Yo, no, ni me importa.
A tu mujer le encantará "El discurso del rey", seguro. Te enamoras de ese actor tan especial, librepensador, rompedor y cercano a pesar de ser todo un ejemplar del auténtico "British", correcto, educado y muy culto. Es una delicia, ya lo verás.
Mi tensión sigue así, así. En mi caso la sal influye muy poco, pero me cuido.
Un fuerte abrazo, colega.

Cabopá dijo...

He visto,
"El discurso del Rey" y me parece una de las mejores pelis de los últimos años.
"Tambien la lluvia" muy buena en su planteamiento y le deseo los mejores premios...
Yolanda, cuídate esa tensión un poquico alta (demasiado)Te recomiendo un poco de mar...un fin de semana te devolvería a la normalidad, el sol, la sal y la arena acompañado con un buen paseo y un rico aperitivo sería el mejor medicamento....
Besicos.

Miguel dijo...

Ya te echaba en falta. Todas esas críticas de las películas que veías, y que tanto me srven para orientar mis escasos conocimientos cinéfilos.Pues, así de pronto, sin verla, claro, me gustaría ver la de Colón. A ver cómo se plantea el tema, pues es un tema que siempre me ha apasionado.
Por otra parte, cuidaos (tú y tu hermana) Y a ver si os recuperáis pronto.

Besios.

Javier Simpson dijo...

Tiene muy buena pinta El discurso del Rey. Dicen que la actuación de Colin Firth es espléndida. Esta la veo seguro.
En cuanto a algo de lo que comentas de También la lluvia quiero decir que sí es cierto que para el bienestar de el primer mundo tiene que haber por el ahí adelante muchas injusticias, así de cruel e insolidario es el capitalismo... los más ricos nos tienen bien cogidos por las pelotas y nosotros no podemos hacer nada; una gran putada que llevamos padeciendo mucho tiempo.
Otra cosa que quería decir es que no sólo los españoles hicieron barbaridades a lo largo de la historia, lo hicieron todos los europeos: holandeses, ingleses, franceses, belgas, etc...Fijarse en la época de la colonización todo lo que hicieron en África, aparte de robar (ahora mismo me vienen a la mente los belgas en el Congo, o los americanos con los esclavos...) La historia de Europa está llena de hechos sangrientos y crueles; no sólo los españoles lo hicimos. Un saludo, Yolanda, y muy buena entrada.

Yolanda dijo...

Cabopá, celebro que coincidamos en la valoración de las películas.
Mi tensión ya va algo mejor, pero no puedo bajar la guardia. Ya sé que unos días en la playita me sentarían divinamente, me lo dice mi amiga murciana continuamente, pero este trimestre es largo de narices y sólo hay una fiesta, el 25 de febrero, ni Día del Maestro tenemos este año, así que ajo y agua. En fin...
Un beso. ¡Contempla el mar por mí!

Yolanda dijo...

Miguel como sabes mucho más que yo del tema de la conquista disfrutarás de "También la lluvia", seguro. Las otras tampoco tienen desperdicio.
¿Celebráis este año el Día del Maestro? Nosotros no, por primera vez en la historia, pero nadie protesta, cada vez estamos más aborregados.
Un abrazo, colega.

Yolanda dijo...

Javi, seguro que "También la lluvia" recibe más de un premio, pero no es lo que más me interesa de una película. A veces premian unos bodrios...
Es cierto que la conquista española no fue la única cruenta, no mencioné las demás porque no era el tema del post. Casi todos los problemas del mundo actual son consecuencia de aquella avaricia que pisoteó gran parte de América y África, pueblos enteros sometidos y diezmados porque sí, porque el hombre blanco se creía con derecho a dominar sobre todo ser humano que se le pusiera por delante. Aquellas invasiones traen estos lodos, países incapaces de gobernarse porque han caído en manos de invasores, dictadores y saqueadores sin recibir a cambio formación y medios para explotar sus recursos porque de eso se trataba, de dejarles esquilmados y hundidos. Millones de personas no sabrán nunca qué significa vivir dignamente mientras otros miramos hacia otro lado y seguimos disfrutando de nuestro estilo de vida cueste lo que cueste. Terrible realidad...
Nos vemos en el cine. Un saludo.

María dijo...

Siento mucho que hayas tenido esos contratiempos, la vida, a veces, es un poco dura, pero todo pasa, espero que esté mejor tu hermana y que tu tensión se estabilice.

La verdad es que no he visto ninguna de esas pelis, pero me ha gustado el comentario que has hecho de la llave de Sarah, por lo que, creo que iré a verla, ya te contaré.

Un beso.

Novicia Dalila dijo...

Me alegra mucho tu vuelta, Yolanda. Cuídate mucho esa tensión, que ya estarás harta de oir y leer lo chungos que son esos subidones... A mi madre la pasa como a ti: de repente entra en racha y se tira días con la tensión desbocada y sin control. El mes pasado fuimos corriendo a urgencias porque se puso en 21....
Apunto las 3 pelis que nos recomiendas. Me fío mucho de tu criterio.

Un beso fuerte

Yolanda dijo...

María, mi hermana sigue en el hospital para que le cambien los catéteres de los riñones, que son los que le dan problemas, a ver si con esto mejora al menos por una temporada. Mi cuñada recibe mañana la última sesión de quimio, ojalá sea para bien, y mi tensión ya va mejor, más estable, espero no volver a empeorar. Esperemos que se pase la racha...
Aprovecha para ver las pelis que recomiendo porque merecen la pena, te gustarán. Anteayer vi "Más allá de la vida" y también me gustó, ya hablaré de ella.
Cuídate y tápate bien, que hace un frío que pela y la gripe está al acecho. Un beso.

Yolanda dijo...

Novi, ya sé que la tensión es un enemigo silencioso. Yo me la controlo bien desde hace años, pero de vez en cuando se dispara sin un motivo claro y me da estos sustos. Ya voy mejor, espero no recaer.
Las pelis que comento son realmente buenas, no te las pierdas, y también "Más allá de la vida", ya lo haré más despacio. Con este frío no se puede hacer mucho más que buscar actividades a cubierto y el cine, aunque ha subido, es una buena opción.
Un beso enorme.

Javier Simpson dijo...

Acabo de leer los comentarios y siento todos los problemas en tu familia. Espero que mejoren y no lo pasen peor de lo que ya lo han pasado seguramente... ya se sabe lo que hace la vida a veces, apretar duro; y tú vigílate esa tensión, nada de sal, Yolanda. Un saludo y cuidarse mucho.

Lola dijo...

Yolanda: he visto dos de las tres películas que recomiendas. Sólo te voy a hablar de Sara.
Emocionada estoy. ¿Como una persona puede llevar tanto lastre encima? Como se puede vivir con esos recuerdos? ¿como no querer apartarse y olvidar esa nación que te traiciona de esa manera? Tendría remordimiento por haber dejado a su hermano encerrado? Sufro cuando pienso todo eso y sobre todo sabiendo que está basada en un hecho real.
Un abrazo Lola