lunes, 18 de enero de 2010

MAFALDA Y MAFALDITAS

Hoy en la comida hemos recordado a Mafalda, esa niña inteligente y repelente a partes iguales creada por el genial Quino hace años, pero que mantiene su frescura y su gracia como si se renovara cada día. Mi hijo me regaló el álbum Diez años con Mafalda cuando era un crío, se gastó sus ahorros en él, así que podéis imaginaros la ilusión que me hizo. Lo releo de vez en cuando, sobre todo al final de un día cansado (¿y cuál no lo es?) para reírme y relajarme antes de irme a la cama. Conozco cada viñeta, cada dibujo, cada frase, y sin embargo no me canso de releerlo, es una terapia estupenda contra el estrés y el malhumor. Mafalda es ácida, incisiva y mordaz, pero también es tierna y optimista. Ve con indulgencia el mundo de los adultos y se da cuenta de las contradicciones que encierran las noticias y las relaciones internacionales. ¿Qué diría de lo que ocurre hoy día?
Coincidencias de la vida, he encontrado una antigua recopilación de disparates recogidos de varios exámenes de hace años. No llegan a la genialidad de Mafalda, pero tienen la frescura y la inocencia de quienes no conocen todavía la maldad y escriben lo primero que les viene a la cabeza como si de un test de asociación se tratara. Son espontáneos y sinceros, por eso me entero, a través de sus redacciones, de secretos o aspectos de su vida personal y familiar que de otro modo nunca saldrían a la luz. Los que trabajamos con ellos sabemos que manejamos una información muy delicada. A veces somos depositarios de su confianza, o de la de sus padres, y actuamos como consejeros, psicólogos, asistentes sociales y lo que se tercie. Más de una vez he tenido que consolar a una madre que se ha echado a llorar hablando conmigo, y no precisamente por lo que yo le decía, sino porque no soportaba la tensión que le suponía su vida familiar. Son datos muy confidenciales que a veces comentamos con los compañeros, pero que deben ser celosamente guardados. Lo de la "protección de datos" es un asunto que no debe tomarse a broma. Hay auténticos dramas tras un fracaso escolar, un divorcio o una conducta digamos "peculiar". Unas situaciones son graciosas y otras son terribles. Entre las primeras recuerdo lo que me contaba una colega hace años. Era Tutora de 6º y tenía preparado un exhaustivo informe sobre un alumno no precisamente brillante, así que cuando al fin consiguió que acudiera la madre estaba lista para soltarle una buena charla. Pero, para su sorpresa, la mujer se echó a llorar apenas empezada la conversación, desesperada porque no podía más, no sabía qué hacer con su hijo y necesitaba ayuda desesperadamente, así que mi compañera se sentó a su lado, la abrazó y le dijo:"Vamos, mujer, no será para tanto, a ver qué podemos hacer". Así que se olvidó de la filípica que tenía preparada y tras serenar a la madre le dio una serie de pautas para salvar el problema del niño. Lo contaba entre resignada y satisfecha: "Yo que iba dispuesta a darle la charla y acabé consolándola, vivir para ver..." Con ser curioso, no es lo más llamativo que podría contaros, pero ya sabéis cómo están las cosas ahora. Si algún día pudiéramos relatar lo que de verdad sabemos nadie nos creería y, desde luego, está a años luz de lo que creen saber quienes diseñan leyes , proyectos y programas a base de "corta y pega", de "ideas" inconexas e irreales, de informaciones cuanto menos inexactas y de propósitos que no me atrevo a calificar de malvados, pero sí de ignorantes, que no sé qué es peor. Quienes no han pisado un aula y sólo conocen a los alumnos por las fotos se creen grandes sabios con derecho de pernada sobre profesores y alumnos. Ahora que nos "amenazan" con un Pacto de Estado sobre Educación, ¿podemos respirar tranquilos, tener confianza, o echarnos a temblar directamente? No quiero ni pensarlo, veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero, francamente, no espero nada satisfactorio. Ojalá me equivoque.
Las noticias que siguen llegando de Haití no son todo lo satisfactorias que cabría esperar, pero al menos sabemos que muchas personas excepcionales están trabajando muy duro para llevar algo de esperanza a quienes ya no tienen nada. No podemos olvidarnos de ellos, pero, como os decía, mi propósito de hoy era provocaros alguna sonrisa con las ocurrencias de mis alumnos de hace años. Los disparates estudiantiles, que tanto juego han dado y siguen haciéndolo, tienen una parte divertida, cómo no, pero tienen otra que nos desanima profundamente: ¿qué he hecho yo para merecer esto? ¿Qué demonios les he dicho para que cuenten cosas tan absurdas? Los malos resultados en los exámenes son más frustrantes para el profesor que para el alumno, pero si algunos errores lo son de forma y no de fondo tienen su gracia. Expresan su manera de ver el mundo, de entender los conceptos que les explicamos a veces de modo excesivamente académico. Aquí os transcribo algunos:
LA EDAD ANTIGUA
Los romanos fueron invadiendo muchos sitios: África, Asia,.. Pero en uno llamado Hispania la invadieron muchísimo.
Los celtas y celtíberos fueron los primeros pueblos que llegaron a la Península, pero los romanos les mataron, menos algunos que no querían morir, entonces les pagó con pieles y animales.
La lengua de los romanos era el latín, que se deriva del catalán, gallego y castellano. Trajeron la religión católica y rezaban muchísimo debajo de una loba.
Los íberos eran descendientes de los antiguos seres humanos, que vivían escondidos y se comunicaban con dibujos en las paredes, aunque no tenían rotuladores.
Ha pasado un millón de años y las calzadas no necesitan mantenimiento, no tienen baches ni nada.
Los íberos habitaban el Norte de la Península y vivían en manadas.
Los celtíberos no se llevaban muy bien. Esto es histórico.
Los romanos estaban en la Península hasta que descubrieron la ciudad del Al-Ándalus y les gustó tanto que se quedaron. Yo he estado allí y es muy bonita.
En el siglo V, cuando el Imperio Romano ya estaba flojo...
OTRAS ÉPOCAS
El siglo XVI es cuando Galileo Galilei inventó la imprenta o catalejo y por poco le quemaron.
Lo del Escorial es un castillo que lo hizo un apóstol. Tiene mucha piedras.
Los campesinos vestían ropa oscura, unos pantalones y una camiseta, pero entonces no había rebajas y se cambiaban poco porque eran pobres.
El Escorial: tenían el patio de los reyes, donde los enterraban, pero sólo cuando estaban muertos.
LA REPRODUCCIÓN DE LOS ANIMALES
La reproducción de los terrestres es como los humanos, pero en las aves no es así, ellos como los ingleses, a lo suyo.
El parto de vientre: el parto de vientre es igualito al nuestro y en cambio el de las aves no, las aves van a los huevos.
La reproduccón "asesxual": La "menoría" de animales la tienen. Él tiene los dos aparatos y no le hace falta acompañante.
Aquí vas a ver cómo se pone la pata para que nazcan los patitos: la hembra deja los huevos un momento para alimentarse y luego vuelve y no está ninguno.
La chica águila pone los huevos y cuida el nido mientras el marido se va por ahí.
¿Cómo se reproducen los peces? El espermatozoide se une con el óvulo en el agua, pero es muy difícil porque se van nadando. Algunos se quedan y ya saldrá para que nazca.
Feliz semana a todos... a pesar de todo.

19 comentarios:

Joselu dijo...

Una de las funciones que más me gusta cuando soy tutor de algún grupo son las entrevistas con las madres. Casi siempre son ellas las que vienen a hablar. Son ocasiones únicas de entender mucho de lo que pasa con sus hijos. Las he visto desesperadas como la que mencionas en tu entrada, las he visto desorientadas, confusas o perdidas. Otras veces detectas la falta de autoridad en la casa y el carácter caprichoso del hijo acostumbrado a que nadie le ponga límites. Constatas abandonos, muchachos que viven casi en la calle, padres ausentes, conflictos familiares sin fin... En otras ocasiones descubres padres magníficos que tienen niños que conocen lo que es la educación y el esfuerzo. Lo notas en la mirada de sus padres y entiendes todo. Probablemente la educación a veces puede salir torcida y escaparse de los padres, pero unas piezas bien puestas quedan para toda la vida.

En cuanto a los disparates, hay algunos geniales y me he divertido un buen rato mientras los leía. Son reales como la vida misma y en cierta manera los podemos contemplar con ternura. Que tengas buena semana, colega.

Miguel dijo...

Yo, cuando hablo con los padres de un alumno/a (normalmente vienen más madres que padres) entonces comprendo la conducta y la actitud del alumno/a, y sólo entonces. Los hijos son un reflejo de los padres. Pero un reflejo infantil que puede derivar en conductas adultas más o menos deseables, por eso hay que atajar estas conductas en su momento.
Yo he hecho más de una vez de psicólogo. De hecho, mi hora de visita con padres siempre la consumo entera, y es que a los padres les dejo hablar y conversamos de todo lo habido y por haber, y ahí es donde encuentro yo los fallos en la educación del alumno/a. Y luego les doy los consejos, pero no siempre los cumplen. Pero la sesión les ha servido de terapia. Por lo menos de algo ha servido la charla.
Respecto a los disparates, me he reído mucho. A mí también me cuentan unas cosas que no sé de dónde las han sacado. Y solo, mientras corrijo los exámenes me río a mandíbula batiente.

Un abrazo.

Sarashina dijo...

Yo, personalmente, me echo a temblar, no puedo hacer otra cosa, porque al final es más de lo mismo un poco peor. Ya veremos.
Esa anécdota que cuentas, y que es más frecuente de lo que la gente cree, es enternecedora. A mi me ha pasado alguna vez y a muchos compañeros, pero yo me quedo como catatónica y no sé cómo arreglar las cosas con la pobre madre o el pobre padre, que también los he visto. Al final, es cuestión de hablar y de recordar el refrán "reunión de zorras, perdición de gallinas", que aplicamos al momento si hay buena disposición por parte de la familia. A veces resulta bien.
Me has traído muy buenos recuerdos con Mafalda, que nos encantaba a toda la familia. Era una delicia, y, como dices, ahí sigue, vivita y coleando.
Con tu permiso, voy a copiar esa retahíla de disparates y se la voy a mandar a mi nieto, que le encantan, aunque él pondrá alguno también de vez en cuando.

Yolanda dijo...

Joselu, me gusta ser tutora, aunque algunos huyen de ello como de la peste. El trato personal es lo más bonito, pero también lo más difícil. No todos entienden las observaciones que hacemos, aunque sea con buena intención. En mi caso suelen echarme más en cara mi celo excesivo que mi desinterés, lo que son las cosas. Algunos dicen que les persigo, como si no tuviera nada mejor que hacer. Me gustaría poder solucionar más problemas, pero nuestros medios son muy limitados. Hoy mismo tenía una cita con una madre y ha llegado cuarenta minutos tarde. Ni siquiera se ha disculpado. Lo siento por los críos, se merecen algo mucho mejor. Como bien dices,los cimientos familiares son fundamentales.
Como ahora doy Lengua y Mates sólo no recopilo tantos disparates, pero recuerdo que el año pasado un alumno bastante torpe (sus padres le tienen muy abandonado, pobrecillo) se quedó pensativo mirando la pizarra en la que yo había escrito el dictado para que lo corrigieran y me dijo muy serio:"Seño, la pizarra no tiene nada por detrás". "¿Y eso aqué viene?", le pregunté. "Pues que escribes todo derecho sin falsilla". No veas cómo me reí...
Un fuerte abrazo, colega.

Yolanda dijo...

Miguel, recuerda lo que decía Machado a través de Juan de Mairena al ser preguntado si le bastaba ver a un alumno para suspenderle. "¡Me basta ver a su padre!", contestó muy airado. Demasiadas veces, lamentablemente, los hijos son un calco de sus padres y una consecuencia de sus actos. Los que sabemos de esto siempre damos alternativas y soluciones, otra cosa es que nos hagan caso. Lo que peor me sienta es que cuestionen nuestro trabajo, o las normas del colegio, o los criterios de evaluación, o que incluso se permitan la osadía de "recorregir" los controles, que de todo hay. Así les va...
Das clase de Lengua en 1º de ESO, ¿no? ¿Haces algo de comentario de texto? ¿Puedes decirme cómo? Quiero empezar a enseñarles a analizar un libro, por lo menos que les suene eso de marco, época, protagonista, secundarios, final alternativo... pero sin hacer demasiado hincapié en el asunto formal porque no quiero que odien la lectura sino que la disfruten. En abril irá Pilar Molina al colegio, es una mujer muy agradable.
Un abrazo, colega.

Yolanda dijo...

Clares, dar consejos no es tan fácil como parece y no le gusta a todo el mundo. Yo me identifico bastante con el otro si su situación me conmueve, porque si me ofende o cabrea no hay empatía que valga. Hay gente para todos los gustos. Si van de chulos no les soporto, si son agradecidos da gusto verles a menudo y se nota en los chavales.
He empezado a releer a Mafalda, aunque tengo poco tiempo. Qué risa...
A ver si a tu nieto le hacen gracia las ocurrencias de mis alumnos. Son tan majos en el fondo...
Un abrazo.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Me encantó. Se nota que te gusta el contacto con los alumnos, con sus padres, que disfrutas de tu profesión y eso es fantástico. Juntas trabajo y devoción.
Me he reído a carcajadas con los disparates.
Un saludo.

María dijo...

Estoy de acuerdo en lo que comenta Miguel de que los hijos son el reflejo de los padres.

Si los padres son preocupados, los hijos también lo son, si son tímidos, los hijos también lo son, así como si son educados, nerviosos, etc.

Cuando voy a hablar con el tutor-a, me gusta que me cuente todo lo malo y lo bueno de mi hija, y además -caso raro- pero si la ha tenido que castigar le aplaudo, porque por algo será, ya que los profesores no castigan por castigar.

Yolanda, me gusta leerte así como a los demás profesores, porque veo el otro lado de la moneda, no desde mi punto de vista como madre, sino que me gusta ver el lado y la opinión del profesor.

A mí me encanta que me aconseje el profesor de mi hija, y estoy de acuerdo contigo Yolanda cuando dices que no todos entiende vuestra postura.

Muchas gracias por compartir.

Un beso grande.

María dijo...

Otra cosa, Yolanda, pero quiero comentarte algo en relación con el comentario de texto de los libros.

Mi hija aún se llega en primaria, pero el profesor, les ha mandado, cada trimestre leer un libro, y después, tienen que analizarlo, haciendo un trabajo sobre él, haciendo la portada, después poniendo los personajes, la bibliografía, el resumen del libro, lo que más les ha gustado y lo que menos del libro etc, me parece muy interesante, porque así el alumno aprende a comprender los libros y a resumirlos.

Otro beso.

Novicia Dalila dijo...

Yo no soy profesora, así que del tema de los alumnos sólo puedo hablar desde el punto de vista de los padres.
Me encanta saber que aún hay profesores que resucitan esa posición del maestro/amigo/consejero/confidente. Creo que es una figura imprescindible en la educación, sobre todo en Primaria, que es cuando los niños empiezan a relacionarse más y cuando se les plantean los primeros problemas de cualquier índole.
En Secundaria también me parece importante el seguimiento cercano, incluso familiar, del profesor. Los chicos tienen que tomar muchas decisiones a nivel académico que van a influir directamente en su futuro y aquí los profesores están incluso más cualificados que los padres para orientar y facilitar información.

Respecto a Mafalda... Tengo tb los 10 años y también a veces lo bajo de la estantería para releer algunas páginas y sonreir. Mi debilidad es Guille :D

Y las respuestas... jajjajajajaja, ya había visto algunas. Hay recopilaciones por ahí de este tipo que no tienen desperdicio. ¡¡¡Imaginación al poder¡¡¡

UN beso, Yolanda, y gracias.

Miguel dijo...

¡Hola Yolanda!. Te hago este comentario para decirte que no doy Lengua Castellana, sino Sociales (Geografía e Historia) en 1º y 2º de ESO, por lo cual, lo siento, pero no puedo ayudarte en lo que me pides.

Un abrazo, querida colega.

Yolanda dijo...

María, somos mayoría los profesores que nos tomamos muy en serio nuestro papel de tutores incluso con las familias. Con los problemas que hoy tenemos todos están deseando encontrar una persona que les escuche y les eche una mano y nosotros podemos hacerlo, en la medida de nuestras posibilidades. Otros van de prepotentes y son todo lo contrario, lo malo es que lo pagan los hijos. Me duele mucho saber que tengo la solución y no me dejan aplicarla.
Gracias por lo que me dices de los libros que lee tu hijo, es más o menos lo que hacemos todos pero me gusta conocer otras opciones.
Un abrazo.

Yolanda dijo...

Isabel, es cierto que me vuelco mucho en mi trabajo, a veces quizá demasiado, y lo pago con subidas de tensión y cosas así, pero no lo entiendo de otra manera. Me gusta el trato con mis alumnos y les ayudo todo lo que puedo. A veces hay que solucionar auténticos dramas y otras es imposible. De cualquier manera, creo que somos cada vez más necesarios, a pesar de las trabas que nos ponen.
Gracias por leerme y contestarme. Un saludo.

Yolanda dijo...

Novicia, en todas las profesiones es importante el trato humano, pero en la nuestra es fundamental. Los niños tienen su personalidad bien definida desde que son muy pequeños y por eso es tan importante y tan difícil orientarles y ayudarles a veces, porque no son de cera ni de plastilina y en sus vidas intervienen muchos factores además del colegio, algunos nefastos. Así que hacemos lo que podemos y más, contra viento y marea.
Cuídate. Un beso muy fuerte.

Yolanda dijo...

Miguel, me di cuenta de mi error nada más enviar el comentario, lo siento. Dada tu asignatura, te gustará mucho la película "La cinta blanca", aunque es muy dura, pero interesantísima. La vi ayer y estoy deseando poder comentarla en el blog, cuando al corrección de exámenes de mates me lo permita, uf... vaya fin de semana que me espera...
Un abrazo, colega.

Juliiiii dijo...

Tengo que aprender de vosotros. Mis reuniones con padres (madres, más bien) suelen depararme una sensación de fracaso bastante considerable. Tampoco ayudan mucho los compañeros, que no son capaces de rellenarte la casilla correspondiente de su asignatura y sólo le puedes aportar tu visión reducida del alumno.

Los disparates son geniales, sin ellos qué aburrido sería corregir.

He leído que preguntabas sobre el comentario en 1º. Si das lengua, lo más indicado es cuando das el tema de la narración. O si no, como plantean en libros como Casals (visita su web, es muy interesante), poco a poco.

¡Saludos!

Fernando Manero dijo...

Admiro a los profesores que disfrutan con su trabajo, que se esfuerzan por el alumno, que se empeñan en el duro trabajo cotidiano por transmitir conocimientos, cultura y todo lo que de beneficioso tiene el hecho de educar. Para mi es el trabajo más admirable que existe, el más indispensable, pues de él deriva la transformación en positivo del ser humano. Y sobre todo permite corregir errores, superar torpezas, iluminar la senda adecuada. Los errores existen y los que comentas tienen mucha gracia. Pero ahi está la tarea del docente para que, al tiempo que esboza una sonrisa, es capaz con inteligencia y sensibilidad hacerle comprender al alumno lo que realmente ocurrió en esa disciplina tan necesaria como vilipendiada que es la historia.

Fernando Manero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
amalia dijo...

Hola Yolanda.....aquí me tienes otra vez. Es verdad, dentro de mi profesión de maestra he hecho de todo tanto con padres como con niños/as. No puedo quejarme de los padres/madres que tengo desde hace 5 cursos(empecé con los enanos en 3 años y sigo con ellos/as en 2º de primaria). Son fenomenales todos. Somos como una gran familia. La verdad es que no puedo quejarme de los padres que he tenido a lo largo de mis 27 años en la enseñanza: la mayoría han sido geniales y todavía me une una gran amistad con la mayoría de ellos.
Claro que hay, a veces, la persona intransigente, que no acepta que les digas COMO es su hijo/a y que , encima, critica tu manera de hacer las cosas y se cree en el derecho a decirte que después de 3 años con ese niño/a "tú todavía no conoces a mi hijo"......perdone???
Pero tengo que entonar un GRACIAS a todos esos padres y madres que SI se preocupan y educan muy bien a sus hijos en todos los aspectos de la vida.
Lo de los disparates es genial....tendríamos que hacer un libro recopilatorio con ellos.
Gracias guapa por todo y ya sabes dónde estoy!!!!!
Amalia.